Si la Liga Nacional Juvenil hubiera arrancado en diciembre, el Sant Jordi sería hoy equipo de División de Honor. Tras un preocupante inicio de liga, los pupilos de Juanjo Cruz y Nacho Villodre han puesto la directa, consiguiendo 31 de los últimos 36 puntos en juego en la segunda máxima división del fútbol juvenil.

No obstante, el irregular inicio de campaña lastra las opciones de los verdinegros, que a falta de siete jornadas marchan quintos a ocho dígitos del ascenso. El principal competidor del Sant Jordi por esta plaza es el Manacor (el Mallorca B ocupa el liderato, pero no puede ascender al tratarse de un filial), que fue precisamente el primer equipo en experimentar, en la jornada 16, la reacción de los ibicencos con un significativo 4-1.

Desde entonces, el Sant Jordi ha sumado 10 victorias, un empate y una derrota que permiten al talentoso vestuario soñar con la remontada. Su entrenador, Juanjo Cruz, reconoce que «el fútbol ha puesto al equipo donde se merece». «Si podemos luchar por subir a División de Honor, lo haremos. El objetivo era quedar entre los seis primeros, no se habló de ascender, pero si se puede, lo intentaremos», advierte.

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