Increíble, pero cierto. La Peña Deportiva no sólo puntuó, sino que acabó ganando un partido que prácticamente tenía perdido. En sus dos únicos remates entre los tres palos, ambos en los últimos diez minutos, el equipo de Dani Mori acertó a batir a Biel para dejar los tres puntos en Santa Eulària y dejar completamente cariacotencidos a los integrantes del Mercadal, que, tal y como había transcurrido el encuentro, no podían imaginarse este desenlace.

El conjunto santaeulaliense fue una caricatura sobre el campo, una escuadra carente de ideas y rota por la mitad en muchas fases del choque. Su centro del campo pasó completamente desapercibido al agrupar hasta cuatro jugadores en la línea ofensiva, con Pando y José Luis teniéndose que multiplicar en la medular para tapar los agujeros existentes. Tal vez el tempranero gol de los menorquines tuvo algo que ver en ese dibujo táctico que se pudo ver, especialmente, en la primera parte.

Apenas habían transcurrido poco más de dos minutos en el desangelado Campo Municipal de Santa Eulària –asistieron unos 70 aficionados al partido, en una de las peores entradas, si no la peor, que se recuerdan– cuando el cuadro de Luis Vidal ya mandaba en el marcador. Una triangulación dejó a Berto Vaquero solo ante Moro –entró en el once en el último momento por una lesión de rodilla de Torres durante el calentamiento–, que le derribó cuando el delantero le había driblado. El propio Berto se encargó de transformar la pena máxima.

Poco pudo haberle durado la alegría a los visitantes, porque, tres minutos después, fue la Peña Deportiva la que dispuso de un penalti a su favor por una mano en un lanzamiento de falta de David Camps. Pando asumió la responsabilidad, pero mandó el balón a las nubes. Con el marcador a favor, el Mercadal supo posicionarse bien sobre el césped ante un equipo peñista que no chutó ni una sola vez entre los tres palos en todo el primer tiempo. Sus escasas aproximaciones no llevaron peligro. Pacheta, mediado este acto, tuvo la mejor ocasión –sin ser nada del otro mundo– al cazar el balón prácticamente en la frontal del área tras una indecisión defensiva y lanzar con la zurda fuera.

Tras el descanso, el conjunto de Dani Mori siguió sin encontrar la forma de crear peligro. Sin embargo, ahora los visitantes sí que lo creaban a la contra. La oportunidad más clara la tuvo David Mas a falta de un cuarto de hora para el final, en un mano a mano que salvó Moro. Ahí empezó todo. Del 0-2 se pasó al 1-1 cuando José Luis, en el 80’, aprovechó un rechace en el área para fusilar la portería.

Con el encuentro completamente roto, de nuevo el portero peñista apareció para cortar un peligroso centro desde la banda derecha en el minuto 86. Tres más tarde, un centro de Ramiro al corazón del área lo acabó cabeceando Pando al fondo de la red con un remate ajustado al palo que desató la alegría en el bando peñista ante la incredulidad de un Mercadal que, pese a ser superior, se marchó de vacío de Santa Eulària.