Javier Escandell, presidente del Ushuaïa Ibiza Voley. | GERMAN G. LAMA

Javier Escandell, presidente del Club Voleibol Eivissa, ve capaz al Ushuaïa Ibiza Voley de hacerse con la Superliga. Este fin de semana comienzan las semifinales, en las que el equipo ibicenco se mide al CAI Teruel, contra el que perdió 2-3 en la última jornada de la fase regular. El máximo mandatario de la entidad amarilla desconoce cómo acabará la temporada, pero lo cierto es que asegura que irá a por más el próximo curso.

—Empieza la hora de la verdad.
—Vienen los partidos definitivos. El que pierda ya no sigue y el que gane tendrá la opción de ganar el título. Creo que se perfiló un equipo para estar en estos momentos tal como está, muy en forma, como se demostró contra el CAI el fin de semana, equipo al que hemos ganado dos veces y al que le costó ganarnos en Es Viver. Pudo ser perfectamente una victoria para nosotros. Queríamos llegar al momento culminante de la temporada con opciones reales de ganar y no ser comparsas de un play off en el que había mucha diferencia entre dos equipos muy fuertes con respecto al tercero y cuarto.

—¿Cómo vivió ese test de la última jornada contra los turolenses?
—Muy tranquilo. Sólo estaba pendiente de que no se lesionara nadie, porque ha sido un elemento contra el que hemos tenido que remar toda la temporada. Estaba más pendiente de cómo reaccionaba Orestes en los primeros minutos tras un mes de lesión y de las caras de cada uno que de los puntos. Al final fue un partidazo y todos quedamos con las espadas en alto. El CAI volvió a darse cuenta de que para ganarnos en este play off tendrá que sudar. Hemos demostrado que podemos hacer algo en este play off.

—¿Se le puede entonces meter mano a este equipo en semifinales?
—Tal como está ahora la plantilla, con todos al cien por cien, se le puede meter mano a cualquiera; al Unicaja, también. No hay que descartar al Soria, que ha fichado para este play off, algo que bajo mi punto de vista desvirtúa la competición. Nosotros no podemos fichar, sino tirar de los lesionados para estar a punto. El CAI ha fichado un receptor italiano al que se le vieron buenas maneras, aunque se nota que no está acoplado. Ya veremos cómo responde el fin de semana.

—Hasta el año pasado, soñar con una final no era posible. Ahora, parece que sí.
—Creo que sí. Para Unicaja y CAI, ganar es lo más normal. Nosotros hacemos historia si ganamos. Eso se tiene que notar a la hora de jugar. Tenemos jugadores que han estado en el Unicaja y CAI, han ganado títulos y saben lo que se siente cuando vas a un equipo ganador y levantas un título. Ahora pueden hacerlo con un equipo que no ha ganado nunca nada, pero no es que no hayamos ganado nada nosotros, sino que nadie en Eivissa ha logrado nada. No es entrar en un palmarés o estadística, sino en la historia del deporte pitiuso.

—¿Ve al Ushuaïa Ibiza Voley en la final de la Superliga?
—Veo al Ushuaïa Ibiza Voley en la final y, si llegamos, creo que será muy difícil que nos la quiten.

—¿Está diciendo que ve al equipo levantando el título?
—Sí. Aparte de que soy optimista por naturaleza, creo en la gente que tenemos. Sé cómo se sienten. Hablo mucho con ellos y veo unas sensaciones muy importantes. Hablando con los jugadores les pregunté si íbamos a ganar al menos un partido en Teruel y me contestaron ‘no, vamos a ganar los dos’. Ésa es la actitud.

—Hizo mención al regreso de Orestes. ¿Cómo le vio?
—Le he visto bien. Dice que está perfecto. Es un atleta, un monstruo, una persona que tapa mucho en la red. Incluso creo que le tiene la medida cogida al CAI, porque en Teruel ya hizo un partido espectacular y dejó frito a Fran Ruiz.

—Cuando, antes de la Copa, le dijeron que el jugador sufría una rotura de fibras, ¿le dolió mucho?
—Sí. Es un jugador que habíamos fichado en enero para la última parte de la temporada y saber que se perdía un mes de competición dolió. Me sentí como un novio que se va a casar y no llega la novia o como un jugador que se pierde la final de un Mundial por culpa de una amarilla.

—Llegaron hasta las semifinales de Copa y, ahora, están en las semifinales de Superliga. ¿Habría firmado quedarse así a principios de temporada?
—No, porque era lo que esperaba. A toro pasado es muy fácil decirlo, pero, por el equipo que tenemos, es a donde aspirábamos, quizá un poco más incluso. El factor cancha en el play off es muy importante y ser cabeza de serie en Copa es definitivo. Es una competición que no está bien regulada. Cuando, por causas de la crisis, la Superliga tenía nueve equipos, se tomó la decisión de que jugaran seis la Copa para que no se quedara sólo uno fuera. Si los dos primeros no juegan cuartos, se desvirtúa la competición. Creo que tenemos que jugar ocho equipos aunque el primero se mida al octavo y el segundo, al séptimo. Ya es suficiente ventaja.

—No ha habido un año en el que el Club Voleibol Eivissa diera un paso atrás. Siempre ha ido a más temporada tras temporada. ¿Se ha tocado techo o el año que viene se irá a por más?
—Se irá a por más. No sé lo que conseguiremos este año, pero no es una fanfarronada. Cada año sabemos más. Llevamos cuatro años en Superliga. Recuerdo que el primer año éramos unos novatos y teníamos que ir con la L todo el día a la espalda. Ahora, conocemos mucho más la competición, detalles técnicos, jugadores, gente, estructuras de club... Este año queremos demostrar que no seríamos una comparsa cuando llegáramos a las finales, pero también hemos querido crecer en la base. Otra cosa pendiente es el factor social, que se llene Es Viver. No es Maracaná ni el Camp Nou. Sólo necesitamos 400 o 500 espectadores cada fin de semana y estamos empeñados en ello.

—¿Cuál es su pronóstico para las semifinales contra el CAI?
—Ganar un partido allí, otro el sábado aquí y el siguiente domingo, si la gente se vuelca, nos comemos las redes y al equipo contrario.