El Can Ventura se mostró infinitamente superior al Ushuaïa Ibiza Voley en el partido de ayer, celebrado en el pabellón de es Viver. | DANIEL ESPINOSA

USHUAÏA IBIZA: 1

CAN VENTURA: 3

Peor, imposible. El Ushuaïa Ibiza Voley cayó de manera estrepitosa contra el Can Ventura por 1-3 en el derbi autonómico de la Superliga masculina. El equipo de Marcelo de Stefano no se pareció en nada al de otras jornadas y sufrió un duro revés que supone no sólo su primera derrota como local y segunda de la temporada, sino también abandonar el segundo puesto de la tabla, ése que, al término de la primera vuelta, permitirá disputar la Copa del Rey como cabeza de serie. Ahora, ese privilegio lo ostentan los mallorquines con sólo dos jornadas para llegar al ecuador de la competición.

Hay derrotas y derrotas, y la del Ushuaïa Ibiza Voley no fue normal. Un equipo que aspira a ser la alternativa al binomio Unicaja-Teruel –si bien es cierto que los turolenses no parecen tan fuertes como otros años– no puede ofrecer una imagen como la de ayer en es Viver. Es cierto que su rival es fuerte, fortísimo mejor dicho, pero de ahí a ser una marioneta sobre la pista hay un trecho. Y es que los amarillos estuvieron a merced de un Can Ventura que en ninguno de los tres sets que tuvo el partido pasó apuros. Es más, quizá vivió su partido más plácido de toda la campaña. Increíble, pero cierto.

Los locales se toparon con un 1-4 de inicio y grandes dificultades en la elaboración, todo lo contrario que un Can Ventura que encontraba con facilidad la forma de hacer daño a su rival. Tanto es así que el 4-9 obligó a Marcelo de Stefano a pedir tiempo muerto. No sirvió de mucho y tuvo que parar de nuevo el partido con 10-16, pero, desafortunadamente, con el mismo resultado. Los de Marcos Dreyer se dispararon en el marcador hasta alcanzar una máxima ventaja de nueve puntos (13-22), una distancia insalvable a estos niveles de juego, por lo que los mallorquines se hicieron con la primera manga por un claro 18-25.

Mucho más cómodo fue el tercer juego. El 4-4 inicial no fue más que un espejismo. El Can Ventura encontró en Fran Ruiz su mejor arma y fue poniendo tierra de por medio para marcharse al tiempo técnico con un importante 6-12 a su favor. Los rojinegros frenaron los ataques de un Raúl Muñoz que se chocaba una y otra vez con el bloqueo rival. Eso, unido a su facilidad anotadora, derivó en un sonrojante 10-25, con una bonita vaselina de Fran Ruiz para cerrar el segundo set.

En la tercera manga, el Ushuaïa Ibiza Voley, que no contó en todo el encuentro con Víctor Sánchez por decisión técnica, renació de sus cenizas. Abandonó la pobre imagen que estaba dando y el encuentro se niveló al máximo. El 1-0 supuso su primera ventaja en todo el choque. Llegó a irse de dos (6-4), pero el Can Ventura igualó la contienda (7-7). La mejor versión de Raúl Muñoz y la positiva irrupción de Arthur Borges dieron otro aire a los amarillos, que en la recta final fueron mejores. La igualdad fue total hasta el 18-18, con continuos intercambios de golpes, pero los ibicencos jugaron mejor en el momento clave para imponerse por cinco puntos (25-20), su máxima renta.

El hecho de alargarse el partido hacía prever que el Ushuaïa Ibiza Voley, con mayor profundidad de banquillo, podía ser capaz de dar la vuelta al partido. Sin embargo, el sexteto rojinegro no acusó el cansancio lo más mínimo y se encargó de acabar con cualquier esperanza de remontada. Los visitantes llevaron el cotrol en este set y pronto adquirieron una buena ventaja (1-4) que supieron manejar para marcharse al tiempo técnico cinco arriba (7-12). Esa renta fue suficiente para garantizarse la manga, que se cerró con 19-25 en el tanteador, y, por tanto, un derbi que para nada estuvo tan equilibrado como se esperaba.