Momento en el que Cristina Ferrer llega al aeropuerto de Ibiza con su medalla de bronce. | Tomás Sánchez Venzalá

Cristina Ferrer aterrizó ayer a mediodía en Ibiza procedente de Madrid luciendo orgullosa la medalla de bronce que cosechó el sábado en el Campeonato del Mundo por selecciones nacionales. La ibicenca logró en la capital de España, sede de la competición, su segundo metal de este tipo tras la plata obtenida hace dos años en Linz (Austria).

La pitiusa, que apareció, como los grandes deportistas, luciendo su medalla al aire ante los medios de comunicación presentes, no ocultó su alegría: «Estoy muy contenta con el resultado y muy satisfecha por haber conseguido una medalla. Siempre vas con la ilusión de traer una, pero realmente es algo superdifícil».

Cristina Ferrer luce su medalla de bronce. Foto: Daniel Espinosa.

La karateca del Samyd vivió en sus carnes un contraste de sensaciones durante el campeonato. Primero, sucumbió en la segunda ronda de la modalidad individual, algo que la dejó muy tocada, pero, después, supo levantarse para subirse al podio por equipos y explotar de felicidad. «Al principio me sentí muy mal y hablo en nombre del equipo porque nos pasó lo mismo. Caímos en segunda ronda cuando íbamos con el objetivo de lograr una medalla. Además, la competición individual te da más puntos de cara al futuro. Luego, por equipos, nos animamos. Era nuestra segunda bala y la aprovechamos. Acabamos muy bien al final», explicó.

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VALORACIÓN
Critina Ferrer valoró el éxito cosechado: «No bajarse del cajón es superimportante y muy complicado. Si no me equivoco, participaban 139 países y todos casi al mismo nivel».
Sobre su temporada actual, señaló: «Me habría gustado que el año hubiera sido mejor. Todavía me queda una competición fuera, en China, pero he acabado compitiendo muy bien».

En cuanto al sueño olímpico, la ibicenca mostró su lado más realista para hacer saber a todos la complejidad de la clasificación: «Todo el mundo me habla de los Juegos y no quiero entrar en el tema, porque en karate nos lo han puesto muy complicado. Prefiero ir parte por parte, porque cada campeonato va a sumar para llegar a Tokio. La próxima cita que tengo es una prueba de Liga aquí, en España, y luego iré a China a la liga mundial».

Eso sí, no pudo obviar que desea estar en la cita olímpica: «Ir a los Juegos sería el colofón a mi carrera. Me encantaría. Soy deportista nata desde pequeña y siempre que veo el desfile se me saltan las lágrimas por querer estar ahí. Es una cosa que las ves al final, pero la ilusión está ahí».