El COI decidirá en mayo si se celebran o no los Juegos Olímpicos de Tokio. REUTERS | Reuters

Si hay un tema de actualidad en todo el mundo, este es el Coronavirus. Esta nueva enfermedad que se está empezando a expandir por todo el globo también está salpicando al deporte y todo el mundo mira hacia los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, la mayor cita deportiva del año. El hecho de que la Organización de la Mundial de la Salud haya señalado a Japón como uno de los focos de enfermedad y las palabras del Dick Pound, el miembro más antiguo del Comité Olímpico Internacional, en las que abría la puerta a una posible cancelación han sembrado dudas, aunque el mismo Pound señaló que «todo» indica que las cosas continuarán según lo previsto.

Siguiendo esto último, es cierto que parece poco probable que por una enfermedad con un riesgo de mortalidad tan bajo –menor que la gripe– se vaya a cancelar un evento de tal calibre. Así lo piensa el CEO de la organización de la cita nipona, Toshiro Muto, que salió a contradecir las palabras de su compañero del COI, asegurando que se celebrarán en las fechas previstas.

En esa misma línea, se mueven algunos de los deportistas pitiusos que saben lo que es estar en una cita olímpica. «Esto es algo que tendrán que decidir las autoridades sanitarias, pero yo no veo que esto sea algo tan gordo como para cancelarlos», señaló Mar Sánchez.

La saltadora de pértiga se puso en la piel de los deportistas del momento y aseguró que sería «un chasco importante» porque «lleva mucho tiempo preparar unos Juegos». Por último, dijo que a ella le habrían privado de un momento que tiene guardados en la retina: «Cuando sales a competir a la pista, la gente, la música, el ambiente, esa emoción de estar allí... eso es irrepetible».

No es muy diferente el discurso del arquero Dani Morillo: «Me parece impensable que se llegue a suspender un evento de ese calibre. Sería surrealista. Si se hace, espero que sea porque es realmente peligroso. Para mí, hubiese sido un palo muy gordo. Un deportista se prepara muchos años para llegar ahí. Sobre todo en deportes minoritarios en los que no hay citas tan importantes en las que podamos participar».

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Echando la vista atrás, se queda con dos momentos: «Fue superemocionante la ceremonia de inauguración. Y luego, la competición propiamente dicha». «Hubiese sido una faena haber perdido eso», concluyó.

Con la ilusión de ir a Tokio
Desde otro punto de vista lo ve Marc Tur. El marchador de Santa Eulària está dentro de las quinielas para acudir a la cita de Tokio, así lo dicen sus últimas marcas. El atleta que se encuentra en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid habló de la situación que se vive allí: «Todos los deportista lo hablamos y hay opiniones diversas, pero a mí me parecería algo catastrófico que se cancelaran. Queda mucho tiempo y no creo que sea para alarmarse tanto».

Cabe recordar que el atletismo ya vio se afectado por el Coronavirus. Recientemente se suspendió el Campeonato del Mundo de pista cubierta que iba a tener lugar en China y que se celebrará en 2021.

Tur habla con conocimiento de causa. El atleta ibicenco que ha finalizado sus estudios en medicina cree que hay demasiada desinformación y alarma social: «No supone un virus de mucho riesgo vital a no ser que tengas otra enfermedad. Creo que se nos está yendo de las manos. El Coronavirus es algo que se tiene que tratar y controlar como se está haciendo. No se puede hacer como que no esté ocurriendo nada, pero tampoco alarmarse».

«Que los juegos se cancelasen por un virus que de aquí a agosto puede que ya esté controlado, me parece alarmarse demasiado y perder un poco los papeles. Hay que estar tranquilos y esperar a ver cómo llegamos al verano», concluyó el de la Peña Deportiva.
Precedentes

Los Juegos Olímpicos solo se han cancelado en tres ocasiones. Fueron las citas de Berlin 1916, Tokio 1940 y Londres 1944. El motivo. La I Guerra Mundial y la II Guerra Mundial.
Por otra parte, no es la primera vez que la cita olímpica se ve amenazada por un virus. Los Juegos Olímpicos de Río vivieron una situación similar con el Zika, que trasmitían los mosquitos. Por aquel entonces también se hablo de cancelación o suspensión, pero se acabaron celebrando sin mayores problemas.