Los operarios empezaron a retirar el césped sintético el lunes. | Daniel Espinosa

Ayer se cumplió una semana desde que el Ayuntamiento anunció la cesión en exclusiva del Estadio Municipal de Can Misses a la UD Ibiza tras su ascenso a Segunda División. La cesión se daba por descontada, ya que es el único campo, tras las necesarias reformas, apto para que un equipo ibicenco pueda jugar en el fútbol profesional. Lo que no esperaban algunas de las partes implicadas es que fuese en exclusividad y que, además, se añadiese el uso de la parte interior de las pistas de atletismo como campo de entrenamiento.

Tras conocerse este anuncio, fueron varios los que elevaron la voz para cargar contra el Ayuntamiento. El primero de ellos fue el CD Ibiza. El conjunto rojillo, tras conseguir el ascenso a Segunda RFEF, se veía obligado a abandonar Can Misses, bajo la promesa de un nuevo estadio en dos años y poder jugar sus partidos como local en el campo de entrenamiento de la Udé. El Cedé se mostró contrario a esta opción y aseguró que no se movería de Can Misses hasta que tuviesen una nueva casa acorde a sus necesidades.

Tras esta primera comunicado, estaba previsto que los de Vila diesen ayer por la tarde una rueda de prensa, anunciada al recibir la carta de que debían sacar sus pertenencias del campo en el plazo de una semana. Finalmente será hoy cuando se pronuncien.

CD Ibiza, UD Ibiza y Ayuntamiento tienen hoy una reunión que se prevé clave por el futuro del estadio. Los rojillos decidieron no pronunciarse hasta hablar con todas las partes y conocer la nueva propuesta del Consistorio.

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Todo esto después de la dura crítica del Club Atletisme Pitiús y su presidente Toni Roig contra el Ayuntamiento. Era uno de las partes afectadas que todavía no se había pronunciado y lo hizo sin miramientos: «El patronato es un desastre a la hora de gestionar y ejecutar, y las formas de Vila no son de recibo».

Roig criticó la falta de previsión del Consistorio ya que, según insistió, todos sabían desde hace años que el objetivo de la UD Ibiza era subir a Segunda División. A partir de aquí Roig cargó con fuerza contra Rafa Ruiz. «Espero no tener que denunciar el convenio, pero defenderemos nuestros derechos», avisó.

El rugby, conforme
Por otro lado, el UD Ibiza Rugby llegó ayer a un acuerdo con el Ayuntamiento. El club ibicenco se mostró conforme y comprensible con la situación actual y pondrá de su parte para facilitar las cosas. El rugby finalmente sí podrá jugar sus partidos en el campo de césped interior de las pistas de atletismo. Del mismo modo, incluso podrán entrenar alguna vez en este campo si el estado del césped lo permite.

Además, el Consistorio se habría comprometido a arreglar el césped sintético de alguno de los campos municipales para que sea apto para practicar este deporte, ya que la superficie actual provocaría lesiones en los jugadores a la hora de lanzarse al placaje.