El delantero polaco Bogusz recibe la felicitación de sus compañeros tras uno de los tantos. | Daniel Espinosa

El 22 de agosto de 2021 pasará El ansiado debut de la UD Ibiza en Segunda División. El equipo celeste recibió al Málaga en un partido que únicamente podrían ver en el estadio de Can Misses 2.495 espectadores como máximo y en el que faltaron únicamente ocho para completar el aforo, según los datos facilitados por el club.

Ni el horario ni los distintos pasos que había que dar para presenciar el duelo frenaron a la marea celeste. El que quiso ver el debut como local de la Udé en Can Misses se plantó con tiempo en el coliseo unionista con su pertinente certificado de vacunación o resultado negativo de antígenos y caminó a pie hasta el estadio los metros que hiciera falta. Cabe recordar que no se podía aparcar en los aledaños y había que buscar aparcamiento en algún parking disuasorio o en las cercanías. Otra opción era hacer uso de los autobuses fletados por el Ayuntamiento de Ibiza para la ocasión.

Cuatro minutos antes del pitido inicial, Rocksteady resonaba en Can Misses para dar la bienvenida a los jugadores. Los Cosarios desplegaron su tifo que simbolizaba la bandera de la UD Ibiza y el espectáculo estaba servido. Llegaba la hora de la verdad, el ansiado debut del fútbol profesional en la isla.

Noticias relacionadas

La afición no tardó en dejarse notar y encontró una nueva estrella a la que admirar: Bogusz. Dos golazos del polaco llevaron a los seguidores locales a corear su nombre después del segundo tanto, un zambombazo bombeado que no dejó indiferente a nadie.

Parecía que la fiesta del estreno en el fútbol profesional iba a ser completa, pero no lo fue. El Málaga reaccionó a lo grande tras realizar diversas sustituciones y Roberto silenció Can Misses con el 2-2 en el minuto 87. Eso sí, sólo lo hizo por un instante, pues la afición también reaccionó a lo grande para alentar a los suyos en busca de un tercer tanto que no llegó.

La comunión entre la grada y el equipo es muy buena y, aunque la primera victoria no pudo producirse, el día de ayer ya es historia del fútbol pitiuso. Además, sirvió para apuntar un nombre en la agenda: el del ya idolatrado Mateusz Piotr Bogusz.