Cirstian Herrera intenta centrar durante el partido contra el Oviedo. | Irene Arango

Desde hace meses se sabe que la situación era crítica. La situación pareció mejorar e incluso la ilusión regresó a la isla durante varias jornadas. Hubo muchos empates, pero el equipo no perdía. Había esperanza. La derrota ante el Sporting complicó mucho más las cosas. La de Tenerife acabó con la ilusión y la esperanza. Y el nuevo tropiezo ante el Oviedo dejó todo listo para sentencia. La UD Ibiza es virtualmente equipo de Primera RFEF. Los celestes podrían descender el viernes. Lo harán si no consiguen ganar en El Sardinero. Pero aunque se consiguiesen los tres puntos, las cuentas ya no salen de ninguna de las maneras, ya que en el momento en el que los de Alcaraz no ganen o el Racing de Santander sume un sólo punto, el descenso se consumará.

La situación es la que es y de nada sirve mirar hacia otro lado. Lo que era la crónica de una muerte anunciada. Llegó a tener tintes de milagro, pero al igual que Santiago Nasar en la novela de García Márquez no logró eludir su final. La puntilla a las tres derrotas consecutivas la puso el Racing al ganar ante su afición al Granada (1-0), en una de las sorpresas de la jornada.

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La Udé ya no estará invitada a la pelea por la permanencia en la que parece que ya sólo hay tres comensales. Quedan 15 puntos y el Málaga (39 puntos) con una desventaja de cinco parece el único de los que están en la quema que podría dar alcance al Racing de Santander (44). El tercero en discordia parece el Sporting (45) que no se puede despistar si no quiere tener problemas en el tramo final. Luego viene un vagón de cuatro equipos con 46 puntos. Detrás del Málaga está la Ponferradina (36) que ya se empieza a hacer a la idea de que tendrá que pelear el próximo año por volver al fútbol profesional. El que ya se ha despedido es el Lugo que descendió el domingo cuando se confirmó la victoria de los cántabros. Por completar, UD Ibiza está a 15 puntos del Racing de Santander.

En la previa del partido contra el Oviedo, Alcaraz apeló a la profesionalidad de sus jugadores para volver a competir, algo que no hicieron en Tenerife. Lo cierto es que el equipo mejoró su imagen y mereció un mejor resultado contra los asturianos, pero volvió a pecar de lo de siempre. Errores en defensa y poca eficacia en ataque. Dos problemas que se han arrastrado a lo largo de la temporada independientemente del entrenador que se haya sentado en el banquillo.

Juez

Los celestes ya están fuera de la pelea por la permanencia, pero serán jueces. El calendario ha querido que se midan en estas últimas cinco jornadas a dos de los equipos que están peleando la permanencia. Esta semana al Racing y en la última jornada al Málaga. Las aficiones de ambos equipos hacen sus cuentas pensando que sumarán los tres puntos en su feudo ante un equipo que ya no se juega nada, clasificatoriamente hablando. En La Rosaleda sueñan con una última jornada en la que ganando a la Udé celebrarán la salvación después de un año para olvidar. Así pues, los pupilos de Alcaraz pueden ser jueces en este tramo decisivo pues si consiguen robarle puntos a alguno de estos equipos quizás sea el resultado definitivo que acabe con unos u otros en Primera RFEF.