Antonio Palma, durante una rueda de prensa. | Daniel Espinosa

Estimados seguidores del CD Ibiza,

En primer instante me limité a compartir con los socios mi decisión de dejar la presidencia del Club Deportivo Ibiza, razón que podían entender porque anuncié previamente que, si el nuevo ayuntamiento no respetaba las promesas que me hicieron antes de las elecciones, no podría continuar al frente del club. Sentimiento que también transmití al ayuntamiento, explicando que jugar en el Estadio Municipal de Can Misses era vital para el club porque necesitaba esa visibilidad para recuperar a sus sponsors, abonados y otros seguidores, compensando también todo el desgaste de estos dos últimos años. Ahora, viendo las circunstancias y la presión del ambiente, me veo obligado de extender mi explicación a todas las personas que puedan estar interesadas en conocer el porqué de mi decisión.

No he dejado la presidencia por problemas con el club o alguno de sus representantes. He dimitido tras entender que no era únicamente el antiguo equipo de gobierno el que no apostaba por el CD Ibiza, porque el nuevo equipo del gobierno actúa de la misma manera. He defendido el club contra personas que no demostraban, a mi entender, un comportamiento adecuado y digno cara al club, pero ahora no cabe hacerlo nuevamente contra la decisión de otro nuevo equipo de gobierno.

El anterior alcalde y la regidora de Deportes me comunicaron que había que sacrificarse por la UD Ibiza. El actual alcalde y la actual regidora de Deportes me comunicaron, en idéntica línea, que quien decidiría sobre la utilización de las instalaciones sería la UD Ibiza. En las últimas reuniones de estos días, nos ofrecieron la opción de pagar para poder competir en el Estadio de Can Misses, cuestión a la que respondimos con entusiasmo y esperanza, incluso por escrito de forma afirmativa, siempre y cuando la cuantía viniese comunicada y calculada por el Ayuntamiento de Eivissa. La regidora nos comunicó su malestar para comunicarnos un precio de uso al no tener acceso a facturas de gastos. Añadió que se desconocían los gastos e inversiones de la UD Ibiza en Can Misses por falta de acceso a las facturas. ¿Sería por imposibilidad jurídica de facturar unos gastos sin fiscalizarse lo que hizo renunciar al Ayuntamiento a que podamos competir en Can Misses, tras tener dificultades en justificar un importe de facturación a nuestro club?

Incluso se nos preguntó si estaríamos de acuerdo en pagar la mitad de los gastos del estadio. Respondimos que, si teníamos la mitad de su uso, estábamos dispuestos a ello. Pero explicamos que comprendíamos la preferencia dada a la UD Ibiza por estar en categoría superior y que nuestra petición no era más que la de poder pisar cuatro horas dos veces por mes el estadio municipal de la ciudad, propiedad de sus ciudadanos. Les dije que, el resto del tiempo, la UD Ibiza podía hacer del campo lo que quisiese, llamarle como lo vea conveniente y pintarlo del color que le agrade.

Finalmente, este viernes 14, nos comunican que el presidente de la UD Ibiza había finalmente decidido que no se nos dejaría pisar el Estadio de Can Misses aunque pagásemos nuestra parte del mantenimiento, planteando al propio Ayuntamiento una amenaza de no pagar nada si el CD Ibiza competía en el citado estadio. Mi respuesta fue clara: «Nos obligáis a pagar o de lo contrario no jugamos. ¿Por qué no hacéis igual con la UD Ibiza?». La respuesta de la regidora fue: «Porque no podemos hacer eso a la UD Ibiza y el Ayuntamiento necesita que la UD Ibiza se haga cargo de los gastos de mantenimiento». Por lo tanto, el destino del CD Ibiza está en manos de la UD Ibiza. Dejo a cada uno que extraiga sus propias conclusiones sobre esa sumisión al presidente de la UD Ibiza. Otra pregunta que me hago es si lo que el anterior alcalde no logró en dos años podría el nuevo alcalde lograrlo en dos meses: que el CD Ibiza caiga en manos de la UD Ibiza.

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Esta apuesta tan tajante del Ayuntamiento por la UD Ibiza genera un daño más a nuestra entidad y falta de respeto nuevamente a los que la componemos, especialmente a mis personas de confianza en la dirección deportiva, los cuales han sido tremendamente perjudicados incluso a niveles personales y profesionales. Todo esto hace que mi posición de presidente no sea valor añadido para el Club Deportivo Ibiza.

Por si todo lo anteriormente expuesto no fuera suficiente, la gota que colmó el vaso se produjo horas después de recibir la negativa de poder jugar los partidos del primer equipo en el Estadio de Can Misses. Por la tarde, el gerente del Patronat Municipal d’Esports nos llama para proponer un partido entre las primeras plantillas de nuestro club y la UD Ibiza, coincidiendo con la celebración de Festes de la Terra y en señal de reconciliación. ¿Error político o provocación? Nos niegan jugar la Copa del Rey contra el Betis y el Eibar en Can Misses y nos ofrecen jugar contra la UD Ibiza un partido ‘amistoso’ después de habernos faltado otra vez el respeto. En cualquier caso, una humillación más.

El nuevo alcalde ha demostrado que no quiere atender a dos clubes en la ciudad (ambos equipos en categoría nacional). Incluso anunció que no aceptaría ningún club más, declaración que democráticamente parece sonar de manera extraña. Esta nueva situación, que era totalmente inimaginable después de mis entrevistas con el alcalde antes de su elección, hace que no quiera que se me identifique como alguien que lucha por luchar. Eso sí, los responsables de estas decisiones podrían tener que justificar un día sus decisiones, aparentemente carentes de todo amparo legal, cuestión que el tiempo nos dirá si es así o no. Quiero añadir que no tengo ningún resentimiento negativo contra ningún partido político. Siempre he dado la máxima importancia a las personas que dan un paso para representar a la ciudadanía. Tengo y seguiré teniendo muchos amigos políticos de diferentes partidos, a los que siempre he valorado y recordado su comportamiento.

Lo que llama también la atención es que el antiguo alcalde pidió al presidente de la UD Ibiza que pagara 2,3 millones de euros en inversiones por un periodo de dos años para ser el único usuario de Can Misses. ¿Cuánto va a pedirle ahora el actual alcalde por el mismo favor?

Desconozco lo que va a decidir la junta del club sobre cómo va a continuar sus actividades, cuya permanencia deseo de todo corazón, sabiendo también que el club existía antes de mi llegada y puede continuar después de mi salida. En todo caso, la junta y los socios saben que podrán contar con mi apoyo para que su academia de fútbol base siga creciendo y mejorando como lo ha hecho durante los últimos años. Los que me conocen saben que el fútbol base ha sido mi verdadera prioridad en este proyecto, pasando durante mi gestión de 50 a más de 400 niñas y niños. Un medio me ha puesto un punto rojo mencionando que parece que no me importe el porvenir del club. Le comunico que soy el único socio que ha puesto hasta hora dinero en el club para que pueda arrancar la temporada 2023-24.

El CD Ibiza se merece, por su historia, sus valores y sobre todo por la calidad de las personas del club, jóvenes y adultos, la máxima atención y el máximo respeto por parte de ciertos dirigentes políticos.
¡Amunt Cedé!

Antonio Palma
Expresidente del CD Ibiza