Cora Borrell, posando en Niza cuando participó en el Ironman de la ciudad francesa.

Pocas cosas más importantes hay en el mundo del deporte que clasificarte para un Mundial. Cora Borrell Sala (Cadaqués, 13-10-1986) lo logró a principios de octubre en el Ironman de Barcelona. Esta triatleta afincada en Ibiza desde hace 11 años y que corre para el CC Sant Antoni sacó un billete para la cita que se celebrará el próximo año en Niza, tras hacer un gran papel en su grupo de edad.

Su amor al deporte empezó hace mucho tiempo, tanto que decidió orientar su estudios hacia el mismo, matriculándose en INEF. Por aquel entonces, las carreras populares y las bicicletas eran su pasión. Participaba habitualmente en las pruebas que se celebraban en Cataluña y no fue hasta que llegó a Ibiza que la natación apareció y con ella el triatlón. «A mí lo de las pruebas de natación me daba un poco de respeto. Fue cuando llegué a la isla y gracias a dos amigos, que me animaron y ayudaron, que me lancé a nadar», señala.

Cora, a la que también le encantan las carreras de montaña, empezó en Ibiza con el triatlón, pero, poco a poco, y gracias al que ahora es su marido, también fue descubriendo la larga distancia. «Gracias a Vicente me embarqué en las largas distancias, a las que yo siempre les he tenido mucho miedo. Le tienes mucho respeto a tantos kilómetros por delante y tanto entrenamiento y a no tener la capacidad de hacerlo sola, además de que llevaba poquito en el triatlón. Él, que por entonces era mi amigo, me ayudó muchísimo en los entrenos. Cambió toda su parte de entrenamiento para ir a mi velocidad y me ayudó en cada entrenamiento para que yo pudiese cumplir mi sueño. Yo de pequeña me había dicho que la ilusión que tenía era hacer un Ironman», confiesa. El primero, en Lanzarote en 2017. Desde entonces, ha repetido dos veces más en Lanzarote, uno en Austria, otro en Niza y este último en Barcelona. Un total de seis que le han llevado el premio del que el séptimo sea un Mundial.

«La verdad es que no me lo esperaba para nada. Yo iba a ir a hacer el Ironman de Austria, pero no estábamos todo lo bien que nos gustaría y decidimos cambiar por el de Barcelona que es más llano y menos duro. Mi único objetivo era acabar», explica. En la ciudad condal se repartían ocho billetes para su grupo de edad y ella fue la octava. «Poder estar el año que viene en Niza es poner la guinda al pastel, al trabajo de todos estos años. Me hace recuperar la misma ilusión que tenía en 2017 cuando corrí mi primer Ironman. Además, sé que puedo mejorar mucho y hacerlo muy bien», asegura.

Cora, que el pasado fin de semana participó en el Ibiza Half Triathlon, finalizando segunda en el grupo de edad 35-39, se tomará ahora unos días de descanso antes de focalizar su calendario del próximo año en llegar de la mejor manera posible a ese Campeonato del Mundo que se celebrará en la costa francesa. Un circuito, el de Niza, que ya conoce y en el que sabe que puede mejorar tanto en el segmento de bicicleta como en la carrera a pie. Un 22 de septiembre de 2024 en el que cumplirá un sueño.