Los jugadores del CD Ibiza celebran un gol en un partido de esta temporada. | Cd Ibiza

La gran temporada del CD Ibiza llega a una fecha clave. Los rojillos cierran el 2023 con el mejor partido que puede ofrecer el grupo XI de Tercera RFEF. Los de Vila visitan al Mallorca B este domingo (12.30 horas), o lo que es lo mismo un duelo entre el primero y el segundo. El filial mallorquín cuenta con dos puntos más en la clasificación, pero también han jugado ya un partido adelantado por lo que es una gran oportunidad de dar un importante golpe encima de la mesa en sus aspiraciones por ser campeones.

Hasta la fecha, la temporada del CD Ibiza es prácticamente perfecta. 13 partidos con 10 victorias, dos empates y tan solo una derrota para sumar 32 puntos de 39 posibles. Unos números más que buenos que sólo tienen un problema: el Mallorca B ha salido rebelde. El filial es el único equipo que todavía no ha perdido en este inicio de curso y es el que mejores números presenta con 26 goles a favor y tres en contra.

La Tercera balear ya se está definiendo. El Poblense, el Manacor y el Platges de Calvià ya ha perdido comba y cada vez están más lejos del infernal ritmo que están marcando los primeros. Los de Raúl Casañ vienen de empatar contra el Calvià y ganar al Poblense, haciendo bien sus deberes para seguir en la zona alta de la tabla.

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Ahora, toca cerrar el año con el único que les sigue el ritmo y que ya ha jugado la jornada que los ibicencos disputarán ya en 2024. Un duelo por todo lo alto que podría dejar muy bien parado a los de Vila si consiguieran dar el golpe, ya que si el 7 de enero vencieran al Felanitx también cogerían un mar de dos partidos, que una pelea tan igualada no es poca cosa.

Buen camino

El CD Ibiza nunca ocultó que su objetivo es volver a Segunda RFEF por la vía rápida y para ello ha hecho un equipo muy potente con fichajes de auténtico lujo para la categoría que están dando sus frutos. El pichichi de la categoría, Xesc Navalón, es uno de los aciertos de un equipo que tiene mucha pólvora en la zona de ataque.

Un bloque que funciona y que ha sabido superar un momento delicado cuando se juntaron demasiadas bajas, algo que lastró el buen juego del equipo, pero que no se penalizó con puntos. Ahora, con la Navidad a la vuelta de la esquina, habrá que esperar a ver si los despachos rojillos intentan poner alguna guinda al pastel o se dan por satisfechos con un equipo que está demostrando que tiene total capacidad para hacerse con el primer puesto.

Eso sí, la realidad es que todavía queda un mundo por delante. El CD Ibiza debe jugar ante el Mallorca B, Felanitx, Portmany y Mercadal para terminar la primera vuelta. Después, habrá otros 17 partidos en ese camino hacia el campeonato de la Tercera balear que viene con el premio del ascenso directo. Quedar segundo, tercero, cuarto o quinto conlleva un largo camino de dos eliminatorias autonómicas y una final contra un equipo de la península.