Una acción del partido.

El Class Bàsquet Sant Antoni vuelve a sonreír. El equipo de Portmany venció este domingo al Palmer Basket Mallorca Palma (70-86) en el partido disputado en el Polieseportiu de Son Moix, en Palma. El bloque de Portmany se llevó el derbi balear, en una victoria trabajada, de equipo y coral. Los sanantonienses se cobraron su particular ‘vendetta’, ya que el Palmer es uno de los tres equipos que los ha derrotado esta temporada. Fue al principio de la primera vuelta y las cosas han cambiado mucho desde entonces.

El Class, que volvió a crecer desde la defensa, seguirá una semana más segundo clasificado; y de nuevo con un margen de dos triundos con el tercero, el Maderas Sorlí Benicarló, que cayó con el Fibwi Palma (79-81). Jornada redonda para el Sant Antoni, que en Mallorca volvió a tener a su servicio al mejor Llorca (22 puntos), al De la Rúa de siempre (17 puntos) y al infatigable Jordi Grimau (17 puntos). En el Palmer, Miquel Servera sobresalió con 16 puntos.

Comenzó mejor el Palmer, acuciado por la necesidad del colista. El Class estuvo frío en el inicio y fallón en ataque. Tanto que los mallorquines se escaparon 12-5. Una canasta de dos de Adrover fijó la máxima ventaja para los locales. Pero Llorca aceptó el reto y se echó el equipo pitiuso a las espaldas. El catalán, merced a cinco puntos consecutivos, con un triple y dos libres, puso el 12-10. Mollgaard alargó el parcial visitante con dos puntos más para establecer el empate (12-12). Y Llorca, con otro triple, dejó la racha del Class en 0-10 y el electrónico en 12-15. El bloque entrenado por David Barrio se ponía por delante por primera vez. Las cosas empezaban a cambiar.

Vallés contestó para los mallorquines con un triple salvador y empatar de nuevo el choque (15-15). Todo siguió muy igualado hasta el final del cuarto, que acabó con 17-16 y con Iglesias con tres faltas personales, lo que le iba a obligar a descansar. Un contratiempo para Barrio, que tuvo que buscar alternativas en otros jugadores.

Los de Portmany salieron como aviones en el segundo cuarto. Con un 0-6 de salida le dieron la vuelta al encuentro (17-22). Era el primer torpedo en la línea de flotación del Palmer, cuyo entrenador, Sergio Jiménez, tuvo que pedir tiempo muerto y parar el partido. Sirvió de poco, porque de salida Uclés anotó dos libres y Llorca continuó con su particular exhibición. En el intercambio de golpes, los pitiusos se fueron de diez al descanso (26-36). Tras los dos primeros cuartos, Mendiola era el máximo anotador de los mallorquines, con 8 puntos, y Llorca el de los sanantonienses, con 14.

El Class empezaba el tercer acto con un triple de Dani De la Rúa, y el marcador se iba al 26-39. El Palmer estaba tocado, pero se mantenía a flote. Entre Mendiola, Servera y Urbutis impidieron que el Sant Antoni se escapara en exceso, pero daba la impresión de que cuando los de Portmany quisieran iban a sentenciar. A base de coraje, el Palmer se acercó a cinco puntos (43-48), y Barrio paró el choque para evitar la reacción mallorquina. El técnico del conjunto ibicenco ajustó las piezas y el que mejor lo interpretó fue De la Rúa. Tanto que en la reanudación clavó un triple para poner las cosas de nuevo en orden (43-51). El periodo acabó 51-59, con todo por decidir.

Todo siguió igualado en la primera parte del último cuarto. Los mallorquines, muy necesitados, apretaron para ganar, pero el Sant Antoni no se descompuso. Un triple de Vallés fijó el 58-66, pero entonces empezó el show de Jordi Grimau. El ‘almirante’ clavó siete puntos consecutivos, capitalizando el ataque de los suyos, amortiguando así todos los intentos de remontada del Palmer (63-73). Después, el capitán asistió a Da Silva, que con un 2+1 ponía el 63-76. Feliu y Zengotitabengoa tiraron de orgullo, pero no fue suficiente. Llorca, con dos triples, destrozó la esperanza de los mallorquines (70-82). Quedaba menos de un minuto y la victoria iba a volar a Sant Antoni. Pero faltaba la puntilla, que llegó con un libre de De la Rúa, pero, sobre todo, con un triple estratosférico de Grimau, a una pierna para poner el definitivo 70-86. Una magnífica manera de ganar.