Guillermo Fernández Romo, durante la rueda de prensa.

Guillermo Fernández Romo, entrenador de la UD Ibiza, es consciente de la exigencia que existe en el club e incluso en el mismo aficionado, que quiere ver al equipo celeste cuanto antes de nuevo en Segunda División. Tanto es así que este viernes ha relatado una anécdota sobre el feedback que recibe con los seguidores. «Tengo alguno detrás [del banquillo] muy exigente al que le tengo que recordar el marcador al final del partido», señaló entre risas.

«La gente está metida, volcada y yo soy el primero que se lo agradece. Nos dan la enhorabuena y la enhorabuena es de todos y este es el camino a seguir. Por eso hay que remar, trabajar, insistir… Es un camino larguísimo. Hemos jugado 19 partidos y nos quedan 19 partidos», expuso.

El técnico cree que «el balance es positivo» en esta primera vuelta y se mostró «satisfecho». Eso sí, recordó que «eso es muy cambiante cada semana si nos basamos sólo en los resultados». «El balance es positivo porque el club ha vuelto a crecer, a superar la adversidad del descenso e ir desarrollándose otra vez. No podemos decirlo mucho ni alardear porque esto es semanalmente y un equipo de fútbol tiene que ganar cada semana», continuó.

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Sobre el Alcoyano, rival de este domingo en Can Misses (12.00 horas), apuntó que «tiene un entrenador muy experto que saca muy buen rendimiento de cada equipo cada temporada». «Es un rival complicado y en una dinámica positiva. Cuesta mucho hacerle ocasiones, recibe pocos goles y sus jugadores tienen muy buena actitud. Como siempre, nos centraremos en cómo podemos potenciarnos», dijo.

En este sentido, en cuanto a qué puede mejorar su equipo, señaló: «En los partidos hay mucha más regularidades y volumen de cosas que nos gustaría hacer. No todas las tardes son perfectas. Unas estás mas desacertado, te intentan privar de cosas que tú sabes que tienes… En el último partido no pudimos contraatacar hasta el minuto 85. Hay que ir madurando las cosas e intentar darnos cuenta de los problemas que pueda haber en el partido. Ese tipo de mejora te hace tener una ocasión más o una menos».

Por otra parte, Romo no considera ni mejor ni peor tener a un rival como el Castellón, con el que prácticamente calca los números. No considera que esta situación suponga una presión ni un beneficio: «Nosotros no tenemos ese diálogo en el vestuario. No hablamos de otros equipos. Sólo hablamos del equipo con el que nos vamos a enfrentar esa semana. No nos impide ni nos condiciona en nada. Estamos centrados en nuestra propia exigencia. Es importante seguir mejorando. Nos hemos dado cuenta de que tenemos capacidades porque al principio había muchas dudas. Había 22 tíos nuevos, entrenador nuevo… Todo era nuevo. No es tirar balones fuera. No se me pasa por la cabeza esa incertidumbre sobre la presión».