La gestión de la Escuela Municipal de Tenis de Formentera por parte de la empresa menorquina Serprosport es motivo de debate en las últimas semanas.

Voces autorizadas de esta disciplina en la pitiusa menor, que prefieren mantenerse en el anonimato, denuncian una total dejadez por parte de los nuevos rectores de la escuela que ha originado una ‘fuga’ masiva de niños y niñas de la sección de competición a Eivissa.

Una docena de jóvenes talentos se han visto obligados a desplazarse cada tarde (entre semana) a la isla vecina, con los gastos de transporte que ello conlleva, para no perder el nivel obtenido durante los últimos años. Según indican desde la pitiusa menor, el Consell adjudicó el pasado mes de enero la gestión de la escuela municipal a una empresa, la menorquina Serprosport, «que no había pisado nunca Formentera» y que «ha traído un par de monitores sin experiencia que ha provocado la pérdida de 60 ó 70 alumnos». «De un centenar que había en diciembre se ha pasado a tener 20 ó 30».

Los denunciantes recuerdan que durante nueve años, la escuela de tenis ha sido un referente en Balears, conquistando nueve campeonatos autonómicos y 11 subcampeonatos. «No queda ningún torneo federado y los equipos no han conseguido ni un título insular, ni se han clasificado para ir a ningún campeonato de Balears», lamentan.

Otra versión

Desde el Consell restan dramatismo a la situación. «El único problema que tuvo la escuela es que los chavales de competición se marcharon a Eivissa porque el nivel no les satisfacía. Decidieron buscarse un entrenador para seguir en ese nivel, pero son ocho alumnos, no 15. Esa parte estaba un poco coja, pero el resto de la escuela sigue funcionando como antes», afirma el técnico de Deportes, Daniel de la Dueña.

Sobre las acusaciones hacia la gestión de Serprosport, considera que en Formentera «de una gota se hace un vaso de agua» y asegura que a partir del 1 de julio las jóvenes promesas que emigraron a Eivissa podrán volver a entrenar en casa: «Se ha llegado a un acuerdo con el entrenador que ahora les dirige, Miguel Navarro, un técnico muy bueno, para que venga dos veces por semana».

Parece, pues, que las discrepancias a cerca de la gestión de la Escuela Municipal de tenis de Formentera podrían resolverse en escasos días para dejar de ser una cuestión de Estado.