Las quejas de grupos ecologistas y de organizacione no gubernamentales propició un cambio de estrategia de las navieras para reducir su impacto medioambiental en los puertos. Los nuevos barcos disponen de la tecnología adecuada para consumir más agua depurarda. | Miquel Àngel Llabrés

Un turista de hotel consume hasta tres veces más de agua al día que un crucerista, como se constata en el estudio realizado por la Autoritat Portuària de Balears (APB) y según datos facilitados por la Red de Hoteles Sostenibles de Baleares.

Así, mientras un turista de crucero en el puerto de Palma realiza un consumo diario de 80 litros, un turista alojado en un hotel llega hasta los 300 litros/día.

Según datos de la APB, en 2018 las navieras realizaron un gasto de 163.226 toneladas de agua (163 millones de litros) en el puerto palmesano, que registró la llegada de 2..051.652 cruceristas. La media diaria es de un consumo de 80 litros.

En el puerto de Alcúdia el consumo fue de 26 litros, en Maó de 10 y en Eivissa de 89 litros por día.

Desde la Red de Hoteles Sostenibles indican que el consumo medio de agua en un establecimiento por cliente viene determinado por una serie de factores, como es el que realiza el cliente, al cual se suma gasto en piscinas y el riego de jardines.

Este consumo en los hoteles varía también según el número de camas y los servicios complementarios que ofrezca al establecimiento a los clientes, caso de spa o similares.

El número de cruceristas en el puerto de Palma se ha duplicado en la última década por la mejora de infraestructuras y las bonificaciones que la Autoritat Portuària de Balears (APB) ha aplicado a las navieras para hacer más atractivo el puerto y quitar cuota de mercado a los principales destinos competidores en el Mediterráneo.

La evolución de pasajeros ha ido a más desde 2008, al pasar de los 794.580 de dicho año a los 2.051.652 de finales de 2018.

Pese a este incremento, las aguas de la bahía día de Palma presentan un estado de conservación mejor del previsto, según el estudio realizado por los doctores Joan Pons (Institut Mediterrani d Estudis Avançats, Imedea) y María Capa, del Departament de Biologia de la UIB, para la Autoritat Portuària de Balears (APB).

La UIB y la Autoritat Portuària de Balears (APB), asimismo cuentan ya con el estudio SmartSensPort, referido al puerto de Palma, en el que a lo largo del último año se han analizado las variables de contaminación por ruidos y partículas en el aire. La conclusión final de esta primera fase, es que los ferries, buques de carga y el tráfico del Passeig Marítim contaminan más que la propia actividad de los cruceros.

El presidente de la APB, Joan Gual, considera que «el turismo de cruceros ha entrado en una senda de sostenibilidad y protección del medio ambiente y las navieras han entendido a la perfección esta cuestión por el impacto ecológico y ambiental en los puertos en los que operan».

La planta hotelera también ha entrado en esta dinámica y realizan fuertes inversiones para reducir el gasto de agua potable.