Hasta cinco personas, entre ellas la mujer del propio conductor, resultaron heridas tras ser embestidas por el vehículo, que acabó incrustado en la parte superior de la terraza del bar. | Martin Palmer

Los clientes del bar Al.Andalus, en la calle Camí d’Es Castell, de Maó, pasaron por momentos de terror sobre la 1 del mediodía de este sábado cuando un vecino del lugar, de algo más de 80 años, arremetió en dos ocasiones contra una parte de la terraza mientras trataba de sacar su coche estacionado junto a ella.

El vehículo, un Toyota Yaris, arrasó dos mesas en las que había unas seis personas sentadas, y una más, su propia mujer, que había salido del auto y a la que estuvo a punto de pasar por encima, según relataron varios testigos del suceso.

Tres ambulancias tuvieron que evacuar al Hospital Mateu Orfila y a la Clínica Virgen de Gràcia a cinco personas que resultaron heridas. La pareja que fue traslada al establecimiento del grupo Juaneda fue dada de alta horas después. En cuanto a los tres trasladados al «Mateu Orfila», dos mujeres de 81 y 56 años, quedaron ingresadas en Urgencias con contusiones y un traumatismo craneoencefálico leve la primera, y con contusiones y erosiones la segunda. El hombre de 56 años fue dado de alta por la tarde.

El accidente provocó un enorme revuelo en el lugar, momentos de confusión y cierto pánico. El conductor, probablemente confundido tras la primera maniobra que llevó su coche al otro lado de la calle donde derribó tres motocicletas tras golpear las dos mesas y a las personas que estaban sentadas en ellas, volvió a poner la primera marcha y embistió hacia adelante de nuevo. Fue entonces, aseguraron los testigos, cuando golpeó a sus propia esposa. Un cliente se acercó, le retiró las llaves del vehículo debido a su aturdimiento y apagó el motor.

El paso del automóvil rompió el mástil de una de las sombrillas del local y arrancó los postes de madera que sirven para separar la terraza de la calzada por donde pasan los vehículos.

Tres agentes de la Policía Local se hicieron cargo del atestado y tomaron declaración al conductor que dio negativo en el test de alcoholemia.

Conocido por varios de los clientes del bar, estos explicaron que el hombre había renovado la licencia de conducir un año más hace pocas fechas. Indicaron además, que ya en otras ocasiones había protagonizado incidentes menores en el entorno al sacar y entrar su coche del garaje que se encuentra frente al establecimiento.