Noelia Seguí acumula una deuda de 10.000 euros por multas de tráfico que nunca recibió. | Urko Urbieta

Más de 10.000 euros en multas de tráfico. Esta es la deuda que se ha encontrado de un día para otro Noelia Seguí, una de las múltiples afectadas por la empresa subcontratada por el Ajuntament de Palma, CI Postal, que según denuncian los perjudicados y también algunos extrabajadores, dejó de notificar miles de multas a lo largo del 2021. Es la misma empresa encargada de repartir centenares de cartas y recibos de Gesa, Energía XXI o Más Móvil que aparecieron hace unos días abandonadas en un torrente de Palma.

«Tengo 31 sanciones, alguna son de 2021, y jamás he recibido una notificación. Nunca», explica Noelia, que intenta no pensar en la deuda que acumula y que, cada día, crece y crece por los recargos. La gran mayoría son por exceso de velocidad en la zona en la que vive y que recorre cuatro o cinco veces al día. La calle Pompeu Fabra está limitada a 40 km/h y entre esta vía y la calle Joan Bonet hay un radar que se ha convertido en un quebradero de cabeza para los vecinos y, desde luego, para Noelia.

«Quiero que la gente entienda que no circulo como una loca. Aquí hay mucho tráfico y un semáforo en el punto exacto del radar. Si me han multado es porque conducía a 50 como mucho», recalca la afectada, que se ha unido al grupo de ciudadanos de Palma afectados por la incorrecta notificación de las multas de tráfico. Se han organizado a través de un grupo de Telegram para presentar una demanda colectiva contra el Ajuntament para solicitar la anulación de los procedimientos sancionadores. Este jueves acudirán al pleno del Consistorio para hacer presión y exigir al equipo de gobierno que anule las multas.

El documento de la Agencia Tributaria que le informa de las 31 multas y los más de 10.000 euros de deuda.

«Descubrí el ‘pufo’ que se me venía encima porque me llegó una notificación de la Agencia Tributaria. Yo no entendía de dónde venía la deuda, así que pedí cita y allí me dijeron que tenía sanciones acumuladas de varios años. Todas por exceso de velocidad», recuerda. Ese fue el primer susto que se llevó Noelia, pero las desgracias nunca vienen solas. La funcionaria se ‘apiadó’ de ella y le adelantó que las 8 sanciones que le entregaron en esa primera cita solo eran la punta del iceberg, luego vendrían 23 multas más. Y la deuda pasaría de 7.000 euros a algo más de 10.000. Suma y sigue el problema.

Nómina embargada

El modus operandi de los responsables de CI Postal, siempre según los extrabajadores de la empresa, pasaba por obligar a los empleados a entregar una media de 1.200 notificaciones diarias. Muchos, hartos de la desorganización de la empresa, la presión y el acoso laboral al que eran sometidos, según denuncian ahora, tiraban en la calle multas, recibos de luz o notificaciones de empresas de reclamación de deudas. Pero esto ha causado un perjuicio enorme a miles de personas.

Como explica Noelia, «una multa por exceso de velocidad supone una sanción de 100 euros, si pagaba antes de plazo, sería la mitad. Como nunca me llegaron las notificaciones todas se han terminado triplicando al no identificarme como la conductora: 300 euros cada una... más un recargo de 30 euros... Haga cuentas», denuncia Noelia. La Agencia Tributaria no le ha dado mucha opción. Ya le han embargado parte de la nómina y le han ofrecido pagar a plazos a partir de noviembre a una media de 200 euros mensuales: «Soy educadora social, no cobro mucho. Yo solo espero que esto se pueda solucionar», finaliza.