El desarrollo de las energías renovables durante los últimos años en Balears ha sido más que evidente, hasta el punto de generar debates como el de la ocupación de suelo rústico. | Daniel Espinosa

La Conselleria de Transició Energàtica, a través de la Direcció General d’Energia i Canvi Climàtic, dejará al Govern entrante el borrador definitivo del Pla de Transició Energètica i Canvi Climàtic, elaborado tras la recepción de aportaciones y propuestas durante el proceso participativo.

El objetivo del plan es la planificación de políticas y acciones para cumplir con la Llei de Canvi Climàtic i Transició Energètica. De modo general, estas políticas y acciones van encaminadas a reducir en un 40 % las emisiones contaminantes en Baleares hasta 2030 para así llegar a la neutralidad climática en 2050, avanzar hacia la autosuficiencia energética, ampliar la potencia de renovables y asegurar la adaptación del territorio y de los sectores económicos a los impactos del cambio climático.

El plan, tal como ha sido elaborado, tiene una vigencia de 10 años y debe revisarse cada 5.

Pasando a números concretos, el plan prevé la reducción de 12.858 kilotoneladas de CO2 (lo que supondría una reducción del 41 % de emisiones contaminantes); el aumento de generación energética limpia, llegando a una potencia instalada de 2.128 megavatios (ahora hay cerca de 260 megavatios) que produciría el 36 % de la energía consumida en 2030 (el objetivo de la ley es del 35 %); y la reducción del consumo energético en 804.000 kilotoneladas equivalentes de petróleo, un 50 % menos que en 2005 (el objetivo de la ley es del 26 %).

Éstos son los objetivos principales, pero el plan contempla un total de 106 medidas para su realización: reducir el número de visitantes a 13,5 millones anuales en 2030, un nivel similar al de 2012 (esta medida reduciría las emisiones en un 15 % del total); rehabilitación de edificios, con una reducción de emisiones del 12 %; y sustitución de electrodomésticos, calderas y maquinaria industrial ineficiente, lo que supondría una reducción de más del 10 % del total del consumo energético.

Evidentemente, el plan da continuidad al desarrollo de renovables en autoconsumos, que han vivido un auténtico boom en los últimos años, y en la generación, y también apuesta por la mejora y el despliegue del transporte público.

Según las previsiones, el desarrollo de las 106 medidas supondría una inversión de 8.000 millones de euros hasta 2033, de los que el desarrollo de renovables en autoconsumos y generación supondría el 20 %. Por su parte, la mejora y el despliegue del transporte público (nuevas líneas y más frecuencias de bus interurbano, buses y vehículos públicos de cero emisiones, ampliación de la red ferroviaria, gratuidad para incentivar el uso, vías reservadas al tarnsporte público y puntos de carga para vehículos eléctricos en todos los municipios) representarían el 40 % de la movilización económica.

La Conselleria de Transició Energètica ha sido dirigida en la anterior legislatura por Juan Pedro Yllanes, con Pep Malagrava comno director general d’Energia i Canvi Climàtic, y Ferran Rosa como director del Institut Balear de l’Energia. Durante la pasada campaña electoral, el ahora diputado del PP (y posible conseller) Antoni Costa elogió el desarrollo de las energías renovables por parte del departamento autonómico y aseguró que, con el PP en el Govern, sería potenciado.