Un punto de carga de la red MELIB en Sóller. | S.M.

El Institut Balear de l’Energia (IBE) empezará a cobrar por la recarga de vehículos eléctricos en los puntos de la red autonómica a partir de las próximas semanas con el objetivo de reducir el gasto de los ayuntamientos, las entidades encargadas de costear el servicio.

El precio se situará en torno a los 0,25 euros el kilovatio, lo cual compensa en gran parte el dispendio de los consistorios, que abonan 0,35 euros el kilovatio a Endesa. Se trata de una petición que los propios ayuntamientos habían dirigido a la Conselleria d’Empresa, Ocupació i Energia para tratar de paliar el gasto que el servicio suponía para las arcas municipales, entre 800 y 1.000 euros de media al mes por cada punto de recarga.

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Este es el cálculo realizado por las propias corporaciones locales, que defendían la necesidad de hacer sostenible el sistema reduciendo el déficit que les suponía la gratuidad total del sistema. Jaume Ferriol, presidente de la Federación de Entidades Locales de las Islas Baleares (FELIB) y alcalde de Maria de la Salut, explica que han estado en conversaciones con el Govern en los últimos 15 días. «Si empiezas a multiplicar el coste por cada punto que puede haber en cada municipio al final resulta muy costoso», señala Ferriol.

El IBE defiende que la medida «no tiene un carácter recaudatorio, ya que el precio no llega a cubrir los costes de energía y mantenimiento». Asimismo, también se ha aprobado una tarifa de tres euros la hora una vez agotadas las cuatro horas de estacionamiento gratuito que ofrecen los puntos de recarga.