La iglesia parroquial de Sant Antoni se quedó ayer pequeña para acoger al numeroso público que se congregó en ella para asistir al funeral de cuerpo presente por el polifacético artista Paco Torres, quien falleció el miércoles a los 74 años de edad víctima de una larga enfermedad. Gaditano de nacimiento, el bailarín, profesor de danza, pintor y poeta, residía con su familia en el municipio desde hacía 40 años, donde, en compañía de su esposa, María Martín, dirigía la primera academia de danza de la isla.

Familiares, amigos, políticos, representantes del mundo artístico y vecinos del municipio y de la isla en general se dieron cita ayer a las siete de la tarde para dar el último adiós a un artista del que todos los asistentes destacaron su extraordinaria humanidad y su capacidad de trabajo en todas las actividades que desarrolló durante su etapa ibicenca, tan larga y fértil en el terreno cultural y social.

A pesar de conocer la gravedad de su estado de salud, Paco Torres continuó casi hasta el último día preparando las dos exposiciones que tenía previstos inaugurar este año: una en el centro de sa Punta de es Molí y otra en Buscastell.