David Murray, al frente de su banda de extraordinarios profesionales. Foto: V.F.

El presentador de la Mostra de Jazz y director del programa «Discópolis» de Radio 3, avisó de que lo que venía tras la actuación de los ibicencos Arteca Swing + Fussió «es excepcional». Y lo fue con creces. La primera actuación en Eivissa de la David Murray Big Band quedará bien grabada en el recuerdo del numeroso público que llenó el martes el parque Reina Sofía. 14 músicos cubanos y tres norteamericanos se entregaron a fondo para dar vida, energía y talento a una velada presidida por una luna a punto de llenarse.

Casi una hora y media duró el potente espectáculo, en el que el versátil y camaleónico David Murray cedió protagonismo a los abundantes solistas y al conjunto de su gran banda. Todavía eufóricos por el resultado y el esfuerzo, a eso de la una de la mañana el saxofonista concedió una entrevista en el back-stage a Ultima Hora Ibiza y Formentera.

«No sé qué etiqueta poner a lo que tocamos, que cada uno use la que quiera; lo que hacemos es música que se enriquece desde mí hacia ellos y viceversa». «Es que tenemos unos elementos realmente fantásticos, gente solista, algunos, como yo mismo, ya figuras en Nueva York desde hace algún tiempo. Así que unimos las fuerzas, le añadimos el talento y la energía cubana y conseguimos una música especial, diferente, que puede pasar del free al jazz latino y a muchas otras cosas. Quizás lo único que nos falta en la banda es un Discjockey», explicó un exultante Murray, feliz como un padre satisfecho ante tal lujo de familia.

Buena parte de la banda había sido reclutada hace poco en Cuba, con algunos miembros, como el batería y el percusionista, muy jóvenes. «Hemos encontrado los músicos más energéticos que he visto nunca; algunos han tocado en el CD que grabamos en Cuba en abril de 2001 y que aún no ha salido a la calle. Pero en este concierto hemos incorporado algún número más y creo que nos ha quedado acojonante, ¿no?», preguntó David Murray. Una pregunta que no mereció mas respuesta que la que cada espectador se llevó del concierto.