El hecho de que la presentación del final de obra del nuevo MACE fuera un sábado por la mañana y que, para la ocasión, un buen número de invitados se vistiera con una formalidad más o menos llamativa, indujo a algunos de los vecinos de la zona a pensar que se trataba de una boda. Aunque la mayoría de los artistas invitados fue más bien 'de trapillo', que en eso los creadores son muy suyos y no se dejan impresionar por los políticos de turno ni por las fuerzas locales, más o menos vivas.
Afortunadamente, la primavera hizo acto de presencia y la buena temperatura permitió lucir modelitos y enseñar parcelas de piel aún pálidas.
Lo cierto es que más allá de estas consideraciones aparentes, nadie quiso perderse este acto. Además, se notaba un enorme entusiasmo en el ambiente por multitud de razones. Fue un día de reencuentros personales, de apreciar el buen hacer de Víctor Beltran y de emoción por ver -casi- terminado un proyecto que la ciudad necesitaba, desde el momento en que alguien lo pensó. Algunos comentaban el carácter social del evento momentos antes de que éste diera comienzo y no dudaban en exclamar que se trataba de una auténtica fiesta y que debería haber más encuentros como el de ayer.
Todo el mundo estaba allí, pintores, fotógrafos, autores, coleccionistas de arte, directores de espacios culturales, escultores, etc. que querían darle a este proyecto el 'sí, quiero'. Los pintores Paco Romero, Gilbert Herreyns, Rom-Ero, Bonet Vallribera, las dos generaciones de escultores, Antonio y Pedro Hormigo; el adjunto al director de El País Juan Cruz, la directora del Museu Etnogràfic, Lina Sansano; la directora de la sala cultural de Sa Nostra, Catina Costa; Katja Micus, que gestiona el espacio Micus que alberga el legado de su padre; el artista Erwin Bechtold junto a su esposa Cristina, Tur Olmo, Rafel Tur Costa, el director de Can Ventosa, Carles Fabregat fueron algunos de los invitados a este enlace entre ciudadanía y cultura. Además de estos el coleccionista Torres Font, el artista Cis Lenaerts; el presidente de la Asociación de Vecinos de la Marina, Robustiano Patrón-Costas, la consellera de Patrimoni, Marga Torres; el fotógrafo, Alejandro Marí, el director del Patronato de Música d'Eivissa, Manuel Ramon Mas, la directora teatral Àngels Escandell o la escultora Sandra Gordon disfrutaron al ver sellado este idilio.
Cuando finalizó la presentación la soleada jornada se trasladó al exterior para disfrutar del cóctel. A la espera de la llegada de los contrayentes, léase la finalización del museo y su puesta en marcha, todos los invitados le desean desde ayer 'que sean felices, que coman perdices' y que enriquezcan la cultura de la isla con su trabajo. Y ahora a esperar porque de una boda siempre sale otra, dicen.