Varios de los actores del reparto de la película posaron en el photocall tras la proyección.

"Una película sin público no es una película", bromeó Fernando Monge al inicio del discurso de presentación que ofreció el jueves por la noche en el Teatro España de Santa Eulària antes de que comenzara la proyección de su último trabajo cinematográfico, Un lugar para las buter cookies. Un discurso que contuvo palabras de agradecimiento y también de disculpa hacia todos los amigos que, dada la reducida capacidad del teatro, "han quedado fuera". Sin embargo, Monge aclaró que el día 18 la cinta se proyectará de forma gratuita en los Multicines Eivissa, a las 20,30 y a las 22,30 horas.
El montaje que se presentaba era el primero. "Ahora está a un 80% y falta sacarle brillo", señalaba el realizador. El preestreno fue el pretexto ideal para que equipo técnico y actores se reunieran de nuevo tras el rodaje de este proyecto cooperativo. "Lo que veréis esta noche es la mejor película posible a día de hoy", explicaba Monge y añadía: "Hace ilusión ver cómo la película ha tomado entidad y ya es un producto prácticamente terminado".
En la trama, un escritor, una camarera, un variopinto grupo de 'okupas' y dos delincuentes de medio pelo transitan por la historia en busca de una lección vital. "Las oportunidades, si las dejas pasar se esfuman", cometa uno de los personajes. En el argumento, el carpe diem es un mensaje constante que se transmite con diferentes leguajes, que van desde lo dramático hasta lo surrealista y en el que no faltan altas dosis de humor negro.
Tras los sonoros aplausos, el grueso de los asistentes se trasladó a Somiart, donde les esperaba una proyección, titulada 7 miradas que recoge el trabajo de un grupo de fotógrafos de la Isla que se 'infiltraron' en el rodaje. Allí, pudieron intercambiar impresiones y teorías sobre el argumento con la guionista María de las Heras y el director de la película, que soplaron las velas de una tarta sobre la que colocaron una caja abierta de las famosas galletas danesas, quizás las únicas capaces de hacer sombra a los actores, que comentaban entusiasmados el resultado de su participación en la película y expresaban su deseo de volver a participar en otro rodaje en Eivissa.

Un diez para la banda sonora
El preciso y exquisito trabajo de composición que ha realizado el grupo Fameliars para esta ocasión valió los elogios de los numerosos asistentes. La banda sonora, que acompaña y complementa las escenas, es sin duda uno de los puntos fuertes de la última cinta de Fernando Monge. Mariano Torres, componente de Fameliars, acudió a la proyección y no paró de recibir halagos durante toda la velada.