Marià Villangómez es la figura literaria que los organizadores de Formentera, pont de poesia han escogido en el cuarto encuentro de poetas que celebran en la isla y para el que contarán con la presencia de Joan-Elies Adell (l’Alguer), Pere Gomila (Menorca), J. Anton Soldevila y Emili Bou (Barcelona), Nora Albert (Eivissa) y Mª Teresa Ferrer, Esteve Portes y Neus Costa (Formentera), además de la colaboración especial del cantautor Joan Murenu. Todos ellos se darán cita esta tarde a las ocho en el Jardí de ses Eres, junto a la iglesia de Sant Francesc.

Mª Teresa Ferrer, además de participante, es miembro de la Obra Cultural Balear de Formentera (OCBF), organizadora este año del encuentro poético y cree que «un acto así es muy importante, porque no es mucha gente la que hace poesía en la isla y esta cita es una manera de dar a conocer la poesía en un territorio donde hay pocos acontecimientos de este tipo».

Preguntada por la dificultad de organizar esta trobada desde Formentera, Ferrer reconoce que «no es complicado si hay voluntad para hacerlo». Pero la voluntad por sí sola no es suficiente y Ferrer menciona el recurrente aspecto del presupuesto y agradece la colaboración recibida desde el Consell de Formentera y la subvención con la que cuenta la OCBF desde el Ministerio de Cultura. Porque lo que sí enfatiza es que los autores «están encantados» ante la posibilidad de viajar a Formentera para un encuentro poético.

El poeta formenterés Esteve Portes destaca la belleza del Pont de poesia, que se lleva a cabo «bajo dos higueras, junto a la iglesia de Sant Francesc» y su importancia «tanto para quienes escriben como para quienes leen». «Es un acto de referencia, porque es a principio de verano y congrega a poetas catalanes, valencianos, balearse... Es el inicio de la temporada a nivel literario», remarca.

Portes señala a la propia isla de Formentera como su inspiración, a la que retrata «desde una poesía actual, pero hablando del pasado» y se muestra muy crítico con la pérdida de identidad que sufren las Pitiüses: «Esa pérdida de identidad, tanto cultural como territorial me preocupa bastante. Si salvas el territorio pero no la cultura no vas hacia adelante, y lo mismo si es al contrario», critica.

Por su parte, Neus Costa, que no escribe poesía, apunta que le gusta participar en el acto y leer poemas o fragmentos del escritor homenajeado, en este caso Villangómez. «Este tipo de acto es un espacio para compartir opiniones, pasiones, afinidades y diferencias. Es un privilegio escuchar la voz de los poetas leyendo su obra», revela.