De izquierda a derecha, Javier Riera, Héctor Escandell, Otilia Laiz, Pablo Alcántara, Dolors Corderas, Pep Noguera y Ana Ganduxer, ayer, en el Plastik Beach Club. | Pep Tur

«Lo escribí como una película de terror, lo hemos rodado como un thriller y hemos montado una comedia». Así resumía ayer el director Héctor Escandell su cortometraje más reciente, Vecinas, que mañana se estrena en el Palau de Congressos de Santa Eulària en un pase gratuito a partir de las 21,00 horas. «La única intención es que sean veinte minutos de divertimento delirante», añadió mientras mostraba su curiosidad por la reacción que podría provocar en el público su obra.

Junto al director, en el Plastik Beach Club de Platja d’en Bossa, se encontraban su trío de actores, Dolors Corderas, Otilia Laiz y Pep Noguera, y los productores Pablo Alcántara y Ana Ganduxer. «Todos han hecho un trabajo espectacular y estoy muy contento con este proyecto y con el resultado, muy cuidado técnicamente», añadió Escandell, que definió la trama de Vecinas como «una comedia negra o de terrorismo marujil». «Costumbrismo de rellano», remarcó Laiz entre risas.

El actor Pep Noguera calificó el cortometraje como «extraordinario». «Quizá esté mal que lo diga yo, pero estoy supersatisfecho con el resultado», indicó. Para Noguera, el ambiente de trabajo que se vivió el verano pasado durante el rodaje fue «muy agradable, un verdadero trabajo de equipo, desde la maquilladora al director; fueron quince días de mucho calor, pero un calor muy agradable».

Dolors Corderas incidió en el «gran ambiente» vivido durante las dos semanas de filmación en diversos puntos de la ciudad de Eivissa y se mostró muy agradecida de que se hubiera pensado en ella para el papel.

Por su parte, Otilia Laiz recordó que la historia le pareció «fascinante» al leer un guión «escrito con mucho ritmo». Visto el resultado, la actriz consideró que es «muy perfeccionista, es un trabajo elegante en el que no se deja nada sin hilo».

Alcántara y Ganduxer, productores junto al propio Escandell, coincidieron en las dificultades que supone producir un cortometraje hoy en día ante la imposibilidad de obtener un rendimiento económico del mismo. «Creemos mucho en este proyecto —apuntó Alcántara—, que es un año de trabajo que culmina mañana con el estreno, pero hacer esto es una locura porque solo metes, no sacas un rendimiento». Asimismo, recordó que técnicos y actores trabajaron sin cobrar, mientras Ganduxer recordó que hubo que echar mano de amigos y conocidos para llevar adelante la historia. En este sentido, Escandell quiso recordar que la única institución que ha apoyado de algún modo la producción ha sido el Ayuntamiento de Santa Eulària.

Festivales

El lunes empezará la otra vida del cortometraje, más allá de las proyecciones que puedan realizarse en Eivissa y las que ya están confirmadas en Madrid y Palma. Escandell señaló que lo presentarán «a todos los festivales posibles». El pasado año, el director ya vio como su Dr. Sí era seleccionado en Cannes, y en el ánimo de todo el equipo está la esperanza de que su trayecto nacional e internacional sea aún mejor.