El ibicenco Joan Palerm Planells (sentado con camisa clara) tenía el apodo de Wicky en la Resistencia francesa. Fue capturado por la Gestapo en junio de 1944 y logró sobrevivir tras pasar por Dachau y Mauthausen.

La memoria es importante. No sólo no olvidar, sino dar fe de ella, registrarla. Para ello, el periodista e investigador Xicu Lluy (Eivissa, 1963-2012) no dudó en convertirse en receptor del dolor y el trauma que los recuerdos albergaban en el interior de quienes conocieron el horror nazi en sus campos de trabajo y exterminio en primera persona o a través de familiares y amigos de quienes sufrieron dicho tormento. Fruto de ese trabajo fueron los libros Eivissencs i formenterencs als camps nazis (1995) y Visca Cárdenas! L’exili americà dels republicans pitiüsos (2001) y los documentales La memòria esvaïda (2004) y La il·lusió atlàntica (2007), obras en las que rendía cuenta de la historia de los pitiusos engullidos por la barbarie del pasado siglo. Pero Lluy fue consciente de que debía dar un paso más y, aprovechando las dos décadas dedicadas a esta investigación, abarcar el resto del archipiélago para construir Els nostros deportats. Republicans de les Balears als camps nazis, que acaba de ver la luz publicado por Edicions Documenta Balear.

Dice en el prólogo del libro el doctor en Historia por la Universitat de les Illes Balears David Ginard i Ferón que «era necesario que algún estudioso tenaz emprendiera una búsqueda, complejísima por necesidad, que permitiera establecer las dimensiones precisas de la presencia isleña en los centros de confinamiento del Tercer Reich. Este libro es la obra póstuma que sintetiza el resultado final de casi dos decenios de investigación a cargo de ese investigador incansable».

En un prólogo inacabado (y que los editores han decidido respetar, pese a que Lluy dejó unas notas en el manuscrito sobre su intención de explicar sus investigacionse de los últimos años), el autor se remonta al año 1989, cuando descubrió que Llorenç Cobos Lluy, un hermano de su padre, fue un recluso del sistema. alemán. «De repente, ese descubrimiento hizo que me planteara una pregunta que, ahora mismo, podría parecer incluso un poco ingenua: ‘¡Ah! ¿Pero hubo ibicencos en los campos nazis?», relata en primera persona.

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