Juan Francisco Marí Roselló, Juan Antonio Marí Román, Carmen Coronado y Cristina Tur, en la sede ibicenca del Colegio de Abogados. | NATALIA NAVARRO

La sede ibicenca del Ilustre Colegio de Abogados de Illes Balears (ICAIB) rindió ayer homenaje a la Abogacía de Oficio con la entrega de sendas placas de reconocimiento a los letrados Juan Francisco Marí Roselló, ya jubilado, y a Carmen Coronado, ambos con más de 20 años de servicio en el turno de oficio en Eivissa.

Marí recibió la placa de manos de Cristina Tur, exdelegada del ICAIB en la Isla, mientras que Coronado la recibió del actual delegado, Juan Antonio Marí Ramón. El acto se celebró en la sede del colegio en Eivissa, en la calle Aragón, en un breve acto en el que estuvieron presentes varios letrados y amigos y familiares de los dos homenajeados, que «se han destacado por su entrega y vocación de servicio».

Durante el acto, Juan Francisco Marí Roselló, que cuenta con 71 años y se jubiló a los 67, recordó el gran sacrificio que representa la dedicación a la Abogacía de Oficio. «Yo era como una silla más del juzgado», bromeó el veterano abogado en referencia a la enorme cantidad de horas que pasó en el edificio judicial dedicado al turno de oficio, una actividad que compaginaba con la de traductor de los idiomas «francés, catalán, italiano, inglés y alemán».