Imagen de archivo del aeropuerto de Palma de Mallorca. | Teresa Ayuga

El turismo es fundamental. El negocio vacacional vertebra la sociedad y el control de la gestión de los aeropuertos isleños -la principal puerta de entrada- es vital. La polémica sobre el modelo de gestión aeroportuaria no es nueva, está presente en el debate político desde hace años.

La aspiración de los máximos responsables autonómicos de Balears, con independencia del color político, ha sido siempre conseguir la cogestión, que se vislumbraba como una opción prioritaria, válida y posible. Hoy, el gobierno de Mariano Rajoy apuesta por la privatización parcial -hasta de un 60 por ciento- de AENA, que gestiona 47 aeropuertos -Palma, Menorca, Eivissa y Son Bonet, entre ellos- y dos helipuertos. Desde el Ejecutivo central se ha descartado en diferentes oportunidades la fragmentación de AENA.

El Govern de les Illes Balears y el de Canarias han sido los más insistentes en conseguir la cogestión, pero el Gobierno de Madrid, ni con socialistas ni con populares en el poder, ha bendecido la operación. Madrid es consciente de que la fragmentación de AENA supondría, a la larga, la desaparición de los aeropuertos más pequeños, siempre deficitarios desde el punto de vista económico y con una escasa o nula rentabilidad social por el bajo número de viajeros que acogen o de las críticas que reciben.

LA PRIVATIZACIÓN. Un informe del Consejo Consultivo de Privatizaciones, al que ha tenido acceso El Económico, delata las intenciones de Madrid. El Gobierno de Mariano Rajoy pretende la privatización de un 60% de AENA. Quiere configurar un núcleo estable de accionistas de referencia, que adquieran una participación mínima del 20% y máxima del 30% del capital de AENA Aeropuertos. La idea es que la participación de cada inversor que integraría este grupo de gestión se sitúe entre el 5% y el 10%. El resto de acciones, hasta un máximo del 30 por ciento para completar así el 60% del total, se adjudicarán mediante una oferta pública.

Las pretensiones del Gobierno chocan con los intereses de Balears. De hecho, los presidentes Francesc Antich y Jaume Matas, y también José Ramón Bauzá, se han mostrado partidarios de la cogestión de forma clara y contundente. En este sentido, Bauzá reiteró semanas atrás su apuesta por la cogestión. Reclamó la creación de la Autoridad Aeroportuaria -similar a la Portuaria- en la que tengan representación el Estado, las administraciones autonómica y municipal, además de una activa presencia del empresariado balear.

La ministra de Fomento, Ana Pastor, eludió la semana pasada dar detalles en el Senado sobre el proceso de privatización de AENA al ser interpelada por Carles Martí, representante de Entesa pel Progrés de Catalunya. Pastor explicó que no hay una decisión tomada y que se trabaja “en la elaboración de un marco regulatorio de una posible privatización”.

RESULTADOS. AENA cerró 2012 con unas pérdidas después de impuestos de 79,78 millones de euros y una deuda acumulada de 12.615,36 millones. Los resultados, aunque malos, son sustancialmente mejores que los de 2011, cuando las pérdidas fueron de más de 220,39 millones de euros. El presidente de AENA, José Manuel Vargas, prevé cerrar ya 2013 con beneficios importantes, que se verían incrementados en 2014.

Únicamente ocho de los 47 aeropuertos propiedad de AENA ofrecieron el pasado año resultados positivos. Son Sant Joan fue el número 1 en beneficios al cerrar el año pasado con un superávit de 73,88 millones de euros. Además, el aeródromo de Palma no tiene deuda alguna.

Por su parte, Eivissa acabó también el pasado año con beneficios (7,05 millones), aunque tiene una deuda de 17,91 millones de euros. Mientras que el aeropouerto de Menorca, en cambio, registró en 2012 unas pérdidas de 9,65 millones de euros y mantiene una deuda de 166,57 millones de euros.

Durante 2012, Son Bonet, por su parte, perdió 1,75 millones de euros y tiene una deuda acumulada de 22,03 millones de euros.

El aeropuerto de El Prat es el segundo, por detrás de Son Sant Joan, en beneficios, ya que el año pasado ganó 73,61 millones de euros, aunque mantiene una deuda de 1.672 millones. A continuación ya figuran los aeropuertos de Gran Canaria (28,12 millones) y Tenerife (27,91 millones).

Los datos económicos de AENA en 2012 demuestran la sinrazón que supone la existencia de algunos aeropuertos deficitarios o con una utilización poco más que simbólica. Desde el punto de vista estrictamente económico, destacaron el pasado año Málaga-Costa del Sol (-23,52 millones) y Santiago (-19,73 millones).

PASAJEROS. Madrid-Barajas fue en 2012 el aeropuerto con más pasajeros (45.190.528 personas, un 9% menos que en 2011), seguido por Barcelona-El Prat (35.144.503, un 2,2% más que el año anterior). Son Sant Joan fue en 2012 el tercer aeródromo con mayor número de pasajeros, ya que alcanzó los 22.666.858. Una cifra que rubrica el estancamiento del aeropuerto de Palma el pasado año, ya que respecto a 2011 hubo una pequeña pérdida de pasajeros (-0,3).

Eivissa fue el octavo con 5.555.048 pasajeros, un 1,6% menos que en 2011. Menorca, por su parte, ocupó la décimosexta posición con 2.545,942 pasajeros y una pérdida respecto al año anterior del 1,2%.

La media de utilización diaria de los aeropuertos delata la escasa o nula rentabilidad social de algunos aérodromos. Los menos utilizados son los de Sabadell, Son Bonet y Huesca Pirineos. Destaca, en todo caso, el pequeño número de pasajeros que utiliza los aeropuertos de Vitoria, Salamanca, Burgos o Córdoba, con una media diaria inferior a las 100 personas.

INGRESOS.
Los aeropuertos de Balears tienen, como el resto, dos principales fuentes de ingresos: las tasas aeroportuarias y los alguileres de locales comerciales. En primera lugar, se ha de considerar que AENA tiene clasificados sus aeropuertos en cinco grupos, en función del número de pasajeros. Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat forman el grupo I. El aeropuerto de Son Sant Joan forma parte del grupo 2, junto con los de Alicante, Gran Canaria, Tenerife Sur y Málaga. Los aeropuertos de Menorca y Eivissa forman parte del tercer grupo.

AENA Aeropuertos cobra a las compañías aéreas por el aterrizaje y los servicios de tránsito. Es decir, por la utilización de las pistas y la prestación de los servicios imprescindibles. El pago varía en función del peso máximo de despegue, del tipo de vuelo y la calificación acústica de la aeronave. El precio, en euros por tonelada, se paga por aterrizaje y por el servicio de tránsito. Los aeropuertos de Balears, Canarias, Ceuta y Melilla tienen fijadas unas tarifas más económicas y, además, los vuelos interinsulares son también más económicos.

Sirva como ejemplo saber que un vuelo desde Mallorca con final en Menorca o Eivissa pagará 1,76421 euros por tonelada con un mínimo de 4,89 euros por operación. Además, se pagará 3,146500 euros por tonelada de servicio de tránsito con una cuantía mínima de 8,71 euros. En el caso de que el aeropuerto de aterrizaje, o de vuelo interinsular, sea Son Sant Joan, las tarifas son más caras.

Además, se ha de considerar que en función de la clasificación acústica del avión el precio puede incrementarse hasta un 140 por ciento, pero solo en Palma y Eivissa -no en Menorca-. En cualquier caso, las aeronaves más habituales no pagan ningún tipo de recargo.

Además, las compañías han de pagar también por pasajero. La utilización de las zonas terminales aeroportuarias y la prestación de seguridad de personas y equipajes tiene un coste que varía en función de si el vuelo es internacional, nacional o interinsular. Además, los aeropuertos de Balears tienen una bonificación especial del 20% durante los meses de noviembre a marzo. En un vuelo nacional con salida de Palma, un pasajero pagaría 5,53 euros por la utilización de las terminales y 3,19 euros en concepto de seguridad.

Otra tasa a pagar por las compañía hace referencia a la seguridad aérea y en un vuelo internacional es de 0,58 euros por pasajero. Los cuatro aeropuertos de Balears pagarán 0,49 euros por viajero en un vuelo a la península y 0,17 en un interislas.

Además, las compañías aéreas tienen que pagar también por conceptos tan variados como el estacionamiento de aeronaves, el uso de pasarelas telescópicas, la carga y descarga de mercancías o los servicios de asistencia en tierra.

AENA aeropuertos tiene también otras fuentes de ingresos, como la tasa de aparcamiento de vehículos. Además, la empresa pública cobra a las compañías aéreas por los mostradores de facturación un total de 1.482,76 euros anuales en Son Sant Joan, Eivissa y Menorca si son con transportador báscula.

AENA percibe también importantes emolumentos por el alquiler de oficinas, locales y mostradores, por terrenos y superficies pavimentadas, por hangares, almacenes o el albergue de aeronaves.