El dispositivo Airea cambiará de color cuando haya que ventilar la habitación.

La empresa mallorquina de sistemas de automatización de edificios Robotbas ha desarrollado un dispositivo único de medición de CO2, Airea, en colaboración con la Fundació Universitat-Empresa (FUEIB) y a partir de una invención desarrollada por investigadores de la UIB. Ya tienen varios pedidos y podrán entregar los primeros equipos a principios de enero.

La pandemia del SARS-CoV-2 ha supuesto grandes cambios y desafíos para las instituciones y la empresa privada. Centros de trabajo, colegios, geriátricos, bares, restaurantes y comercios deben controlar la calidad del aire ya que la ventilación es una medida de prevención frente al coronavirus. En este sentido, un equipo de investigadores de la UIB liderado por los doctores Bartomeu Alorda y Joan Muñoz ha trabajado en la adaptación de un dispositivo automático de gestión de la ventilación cruzada para mejorar el confort térmico y la calidad del aire interior y la ha puesto a disposición de Robotbas, que en solo dos meses y medio ha desarrollado el prototipo y ya está trabajando en su fabricación.

Airea es un dispositivo inteligente que mide la calidad del aire (CO2, humedad, TVOC y temperatura). El equipo que ha desarrollado este producto está integrado, entre otros, por Vicenç Salas, R&D Manager de Robotbas y exalumno de la UIB.

Airea
Airea es un dispositivo de medición de calidad del aire. Estará en el mercado a principios de año.

Configurada con tecnología inteligente y un tamaño compacto, esta económica y puntera herramienta se erige como una alternativa fiable para el control del aire y la protección de la salud con denominación de origen balear.

Tanto Bernat Bonnín, presidente de Robot, como Joan Muñoz, investigador de la UIB, no pueden ocultar su inmensa satisfacción.

“Airea es fruto de una colaboración con la FUEIB. Nosotros queremos colaborar, creemos que tiene que haber más relación entre la universidad y la empresa, una unión efectiva y real, por tanto este dispositivo es una apuesta para demostrar que se puede”, señala Bonnín.

“Nosotros teníamos el dispositivo de medición de aire pensado para regular el confort térmico, pero la adaptamos a esta demanda que ha surgido con la pandemia y tocamos a la puerta de Robotbas porque es una empresa puntera, con músculo y con un mercado mundial. Ellos han desarrollado la tecnología con recursos humanos y materiales, y ha sido un proceso en el que hemos tenido una gran colaboración. Además, el código de comunicación está muy bien ejecutado, ya que es didáctico y visual y se anticipa con un comportamiento predictivo”, señala Joan Muñoz.

Airea se distingue del resto de medidores de CO2 por distintos motivos. El primero es que no tiene una pantalla como el resto, sino que tiene un código de color según la calidad del aire y se puede ver desde cualquier punto de la habitación. Además, mientras que la mayoría de dispositivos funciona con pilas, este se alimenta a través de la red eléctrica. Y el punto más importante según Bonnín es que se conecta directamente a internet, donde se genera una base de datos en la nube que permite seguir la evolución de la calidad del aire a lo largo del día.

Bonnín considera que será muy útil para las escuelas y geriátricos. “Este producto durará hasta que dure la pandemia, aunque es posible que se quede como medida de protección de espacios vulnerables que necesiten controlar la ventilación. Lo importante es que sale gracias a la colaboración entre universidad y empresa”, concluye.