El presidente de la Fundación Laboral de la Construcción, Climent Olives, asegura que los trabajadores formados tienen trabajo.

El empresario menorquín Climent Olives preside la Fundación Laboral de la Construcción de Balears desde diciembre de 2017, una entidad sin ánimo de lucro que trabaja para contribuir a la profesionalización del sector y que está compuesta a partes iguales por patronal y sindicatos en un ejemplo de paridad. A nivel nacional cuentan con cincuenta centros de formación propios con una oferta de más de 200 acciones formativas y operan también como agencia de colocación homologada por el Servicio de Empleo Público.

¿Cómo surge la Fundación Laboral de la Construcción?
Es una entidad que nació en 1992 a raíz de la firma del convenio de construcción y que está compuesta a partes iguales por la patronal de empresas de la construcción y sindicatos de UGT y Comisiones Obreras, en una voluntad de llegar a soluciones en los que estemos todos de acuerdo. En mi caso, presido la sede territorial de Balears.

¿Para qué sirve?
Lo que pretendemos es facilitar a empresas y trabajadores los recursos para poder gozar de un sector más profesional, más seguro y mayor capacitado. A las empresas les ofrecemos formación centrada en las necesidades productivas, así como consultoría mediante el estudio de sus necesidades. A los trabajadores, les brindamos una formación dirigida a mejorar su empleabilidad. Si fomentamos la seguridad y la salud laboral, podremos reducir la siniestralidad.

¿Y su principal reto?
Sin lugar a dudas la mejora de la formación de las personas que trabajen o quieran trabajar en la construcción. En el pasado, el que no servía para estudiar o incluso para otros oficios, se apuntaba a nuestro sector, pero ahora, los sistemas constructivos son más técnicos e industrializados y se necesita gente con una mayor preparación.

¿Qué medidas están tomando?
Este año hemos puesto en marcha en Menorca y también en Eivissa un nuevo grado medio de Formación Profesional en Técnico en Obras de Interior, Decoración y Rehabilitación, convirtiéndose en el trampolín a través del cual lograr mano de obra formada y con los conocimientos adecuados. El curso se desarrolla en nuestras instalaciones de la Fundación en es Mercadal, en colaboración con el IES Pasqual Calbó i Caldés y contaremos con dos grupos, uno para alumnos de primero y otro para los de segundo en formación teórica y práctica. Es un programa que ya lanzamos hace tres años en Mallorca y que nos ha dado un gran resultado.

¿En qué sentido?
Pues en Mallorca ofrecemos dos líneas de 50 plazas y este año hemos recibido 200 solicitudes. De momento, en Menorca estamos ofreciendo 25 plazas y tenemos pocas solicitudes, pero cuando arrancó en Mallorca también sucedió lo mismo. Son cursos gratuitos que están financiados por nuestra entidad y por la Conselleria de Model Econòmic, Turisme i Treball del Govern balear. Además de este grado medio de FP, también impartimos cursos dirigidos a personas desocupadas y certificados de profesionalidad gratuitos sobre operaciones de fontanería y calefacción. En septiembre tenemos uno previsto de operaciones auxiliares de revestimientos continuos, además de otros sobre interpretación de planos, aislamiento térmico o eficiencia energética. Formarse es indispensable.

¿También sufren la falta de mano de obra?
Es un problema que también padecemos al que se añade la falta de relevo generacional y, por ello, estamos apostando fuerte para que las nuevas generaciones se formen y obtengamos gente cualificada. De hecho, el que realiza el grado medio tiene un puesto de trabajo que le espera. Los datos que tenemos de la última promoción así lo confirman. En Mallorca, el 80% encontró trabajo, el 15% decidió seguir estudiando el grado superior y solo un 5% decidió no continuar. ¡Quien se forma, tiene trabajo asegurado!