Onofre Martorell, nuevo miembro de la Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España, es catedrático de la Universitat de les Illes Balears y decano-presidente del Col·legi d’Economistes.

Onofre Martorell, catedrático de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la UIB y decano-presidente del Col·legi d’Economistes de les Illes Balears, y recientemente elegido académico numerario de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras de España. Es un signo de reconocimiento a su trayectoria. Es un cargo no remunerado, honorífico y de prestigio.«Es una institución a la que es un honor acceder. Es un cargo vitalicio y está compuesta por 48 académicos», explica y asegura que «se me ha asignado la medalla número veinte».

Martorell asegura que entre los méritos que se tienen en consideración para entrar en la Academia figura el curriculum. «Me demandaron el curriculum hace ya unos cuatro o cinco años y solo hace unas pocas semanas que me comunicaron que formaría parte de la Academia», indica. Es la primera oportunidad en la que Balears contará con un académico. Hay dos perfiles de académicos: los que han destacado en el ámbito universitario y los que provienen del mundo de la empresa. En este sentido, forman parte de la Academia ejecutivos de prestigio como César Alierta, Isidre Fainé... «La Academia desarrolla estudios y actividad científica, además de difundir la investigación económica en todo el mundo», asegura.

«Mi discurso de ingreso se centrará en el impacto de las estrategias de expansión de las cadenas hoteleras, su relación con la rentabilidad y cómo les afectarán las tendencias futuras del sector turístico. Hay diferentes estrategias de crecimiento, que van desde la propiedad, el alquiler, el management o la franquicia. Analizo cuál es la forma más rentable para la cadena, no para el propietario del establecimiento. Además, analizo la rentabilidad de los establecimientos turísticos en función de su ubicación, tamaño, categoría…», manifiesta.

Martorell analiza las tendencias de futuro en el turismo y cómo afectarán a su desarrollo. En este sentido, el catedrático de la UIB no duda en significar que hay tendencias que ya se están implantando y que tienen una importancia creciente. «Miro dos cuestiones, fundamentalmente. La sostenibilidad y la inteligencia artificial son tendencias de futuro y de presente. El cambio climático es una realidad en la vida de todos los ciudadanos. En este sentido, ya hay informes de la Unión Europea que aseguran que en el Mediterráneo, y por tanto también en Balears, bajará la demanda turística durante los meses de julio y agosto. Y de forma importante. La UE considera también que el turismo se incrementará en los meses de mayo, junio y septiembre y octubre, aunque el descenso de la demanda de los meses centrales de la temporada estival será mucho más pronunciado. La segunda gran tendencia del turismo que debe considerarse es la inteligencia artificial. Vivimos una emergencia climática y una revolución tecnológica de dimensiones considerables. La inteligencia artificial ya es generativa, sustituye a los humanos en temas de creatividad. Analizaré también cómo afectará el metaverso a la industria turística. Puedes tener la sensación de estar en cualquier destino turístico del mundo sin moverte de casa. Vienen cambios de considerables dimensiones y consecuencias aún imprevisibles», indica.

SITUACIÓN ECONÓMICA. Martorell es un avezado observador de la situación económica. Augura que los estados de la Unión Europea, más pronto que tarde, deberán ajustar sus gastos. «Desde Bruselas ya indican que, una vez superada la pandemia, hay que recuperar los pactos de estabilidad fiscal vigentes hasta 2020. Es fácil de entender que una familia no puede gastar más de lo que ingresa. Europa permite a los diferentes países de la Unión contar con un déficit, pero podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que volveremos a vivir un periodo de austeridad, de recortes. La pandemia fue dramática y se olvidaron las normas de estabilidad. Ahora, Europa ya está reclamando un ajuste del déficit», indica el decano-presidente del Col·legi d’Economistes de Balears. «La Unión Europea volverá a la austeridad. También es cierto que si baja la deuda pública se pagan menos intereses y tenemos más dinero disponible para inversiones o mejorar la educación, la sanidad o los servicios sociales», añade.

Augura que los tipos de interés continuarán al alza, puesto que el Banco Central prioriza reducir la inflación. «Todo apunta a que los tipos de interés continuarán subiendo, aunque de forma más lenta y poco pronunciada. Mientras la inflación esté en el conjunto de Europa por encima del 2%, el Banco Central Europeo subirá los tipos. Su mandato es controlar la inflación. Creo que debería mirar también el Producto Interior Bruto, el crecimiento, tal y como hace la Reserva Federal», asegura.

El Partido Popular ha anunciado la eliminación de algunos impuestos y la reducción de otros. «A nivel empírico se ha demostrado que bajar impuestos puede incluso ayudar a incrementar la recaudación al fomentarse la actividad económica. En todo caso, las reformas fiscales han de ser obligatoriamente equitativas. Evidentemente, quien más tiene ha de pagar más, pero todos sin excepción deberían verse beneficiados de una posible rebaja fiscal. Si se bajan impuestos aumenta la renta disponible. Es cierto que en teoría baja la recaudación, pero al aumentar la actividad económica las arcas del estado ingresan más», indica.

Martorell reconoce que las estadísticas macroeconómicas de Balears son buenas, aunque la macroeconomía no siempre se corresponde con la realidad que vive la población. Recuerda que el turismo es la gran fortaleza de Balears, al tiempo que señala al cambio climático y la congestión como los grandes desafíos para las islas.

«Esperemos que el cambio climático no nos destroce. El turismo es nuestra gran fortaleza. Ser de los mejores del mundo en cualquier cosa no es fácil. Claro que no lo hacemos todo bien, pero es incuestionable que somos muy buenos en turismo. Y también me parece evidente que el turismo debería reorientarse hoy hacia la calidad. Además, hay que saber aprovechar las nuevas tecnologías. Debería repartirse mejor la riqueza del turismo. No hay que crecer por volumen… La congestión es un problema que empobrece la calidad de vida. En todo caso, hay que reconocer que no es solo culpa de los turistas. La población residente ha aumentado de forma importante», señala.

Martorell incide también en la falta de personal que padecen las empresas y señala la contradicción que supone que el paro siga siendo un problema. «Hay coincidencia en señalar que faltan trabajadores. Es insostenible que haya tanta gente en el paro y que sean numerosas las empresas que no encuentran personal», señala. Martorell, que es un firme defensor de la tecnología, tiene claro que es imprescindible poner a la persona en el centro, tal y como defiende la Escuela Humanista de Barcelona. «Hay que vigilar la tecnología y sus aplicaciones. Hemos de decidir que conviene que haga la tecnología. El fundado de Airbnb dijo: ‘Viaja como un humano’. En mi opinión no debería ser demagógico añadir: ‘Y vive como un humano», señala.