La competitividad fiscal en las comunidades autónomas españolas se refiere a la capacidad de una región para atraer inversión y actividad económica en función de su política fiscal. En otras palabras, se trata de cuán atractiva es una comunidad autónoma en términos fiscales para empresas y particulares en comparación con otras regiones.

La «fiscalidad cero emisiones» es una política fiscal que tiene como objetivo fomentar la adopción de tecnologías sostenibles en vehículos de tierra, mar y aire que no emiten gases contaminantes ni emisiones de dióxido de carbono (CO2), lo que contribuye a la reducción de la contaminación y a la lucha contra el cambio climático. Esto se logra mediante incentivos fiscales que pueden incluir exenciones o reducciones de impuestos.

En el contexto de la fiscalidad cero emisiones, actualmente se aplican beneficios fiscales a los vehículos eléctricos, híbridos enchufables u otros vehículos terrestres de baja emisión. Estos beneficios pueden incluir la exención de impuestos como el impuesto de matriculación o el impuesto sobre vehículos de tracción mecánica, así como deducciones fiscales o créditos por la compra de estos vehículos, y reducciones o exenciones en materia de parking en lamina del servicio público.

Lo que aún no se ha abordado en las Illes Balears estando rodeados de mar, es la fiscalidad cero emisiones para embarcaciones y/o buques eléctricos o híbridos que desde hace años navegan por nuestras aguas isleñas con la contaminación que ello genera. Cada comunidad autónoma en España tiene la facultad de establecer ciertos impuestos y regulaciones fiscales dentro de los límites establecidos por la legislación nacional. Por lo tanto, la rebaja fiscal en materia de cero emisiones en la náutica recreativa y el sector marítimo puede ofrecer ventajas fiscales que conlleven una mayor competitividad a las empresas y particulares de Balears en materia de amarres y fondeos del litoral balear, y/o a empresas que trabajan por y para la transición energética en el mar isleño, estas ayudas o reducciones en impuestos o tasas más bajas, pueden motivar el cambio a una sostenibilidad empresarial náutica en las islas.

Por ello abogo al nuevo sector político balear a crear una serie de rebajas fiscales en línea a la creación y gestión de la sostenibilidad del tejido empresarial balear. Ya que los esfuerzos titánicos que deben crear las empresas de todo tipo de nichos en materia de sostenibilidad debe ir adecuada al abrigo de ayudas políticas y de la gestión de esos recursos para avanzar en prosperidad y competitividad en nuestra región.

Que decir tiene que desde varios ámbitos de la ciudadanía balear se aplaude al nuevo ejecutivo por la acción de la reducción en base a bonificaciones del impuesto de sucesiones que ayuda a las familias isleñas a no abandonar sus herencias, (una embarcación también es una herencia) cabe destacar que hay flecos que solucionar pero la vía de la rebaja fiscal es importante para no asfixiar al ciudadano balear.

Lo dicho, el propósito principal de la fiscalidad cero emisiones es incentivar la transición hacia una movilidad más sostenible y respetuosa con el medio ambiente al reducir los costes asociados a los vehículos terrestres o marinos que producen bajas o nulas emisiones contaminantes. Esto también se alinea con los objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el marco de la lucha contra el cambio climático que es un mandato de la Comunidad económica Europea.