El fotógrafo francés Francois-Marie Banier, a su llegada hoy al juicio. | Benoit Tesser

La Justicia francesa suspendió, sin fecha de reanudación, el juicio que comenzó hoy contra el artista y fotógrafo Francois-Marie Banier, por aprovecharse presuntamente de la anciana y rica heredera de L'Oréal, la multimillonaria Liliane Bettencourt.

El Tribunal Correccional de Nanterre (próximo a París), anunció que durante el período que dure la suspensión del proceso se realizará una investigación sobre las grabaciones de conversaciones privadas de Bettencourt, presentadas por su hija, Francoise Bettencourt-Meyers, hace unos días.

En el proceso que comenzó hoy contra Banier, de 63 años, éste debía responder sobre las acusaciones acerca del presunto aprovechamiento de la debilidad de la mujer, de la que recibió varios seguros de vida, numerosos cheques y obras de arte por valor de cerca de 1.000 millones de euros.

Otro tribunal, el de Gran Instancia de París, se pronunció poco antes del anuncio de la suspensión a favor de la difusión del contenido de esas grabaciones, que ya filtraron hace unos días varios medios de comunicación franceses.

Tanto la defensa de Banier como la de Bettencourt-Meyers habían solicitado la suspensión del proceso en el comienzo del juicio.

Las conversaciones privadas grabadas y entregadas a la Justicia revelan, según el contenido hecho público, presuntas irregularidades de naturaleza fiscal cometidas al parecer por Bettencourt, además de implicar un ministro del Gobierno francés en un presunto trato de favor con la heredera de L'Oréal.

La hija de Bettencourt pretende desde hace meses demostrar que su madre está incapacitada para gestionar su fortuna y que su estado permitió que Banier se aprovechara de ello para obtener de la heredera la cesión de parte de su fortuna.

Presunto aprovechamiento de la anciana

El juicio contra el artista y fotógrafo Francois-Marie Banier, por el presunto despojo parcial de la fortuna de la anciana heredera de L'Oréal, la multimillonaria Liliane Bettencourt, había comenzado hoy en un tribunal próximo a París.

Banier, de 63 años, deberá responder sobre las acusaciones acerca del presunto aprovechamiento de la debilidad de la mujer, de la que recibió varios seguros de vida, numerosos cheques y obras de arte firmadas por Picasso, Matisse, Mondrian, Léger o Man Ray, por valor de cerca de 1.000 millones de euros.

De confirmarse que fueron obtenidos bajo presión, como asegura la acusación encabezada por la hija de Bettencourt, Francoise Bettencourt-Meyers, Banier se expone a tres años de cárcel y a una multa de 375.000 euros.

La defensa de Banier pidió el aplazamiento del proceso nada más comenzar el juicio y los abogados de Bettencourt-Meyers aseguraron por su parte que el trámite ante el tribunal no será «justo» por el «caos» causado por las filtraciones a los medios de comunicación.

Lucidez

La hija única de la que es considerada la mujer más rica de Francia y una de las mayores fortunas del mundo estima que su madre, a los 87 años y con un capital de 17.000 millones de euros (unos 23.670 millones de dólares), no cuenta con la lucidez mental necesaria para gestionar sus bienes.

Por este motivo, ha solicitado la incapacitación judicial de la anciana, quien se ha negado hasta el momento a someterse a pruebas médicas.

La hija de la rica heredera de L'Oréal puso recientemente a disposición de la justicia unas conversaciones entre Liliane Bettencourt y sus consejeros, que fueron grabadas por un antiguo empleado de la casa, para que el juez pueda valorar su estado de salud.

Del contenido de las escuchas se deduce que puede existir además un fraude a la Hacienda pública francesa puesto que parece que Bettencourt tiene 78 millones de euros (algo más de 96 millones de dólares) en cuentas suizas, además de una isla privada en las Seychelles, ninguna de ellas declaradas a las autoridades galas.

El contenido de las grabaciones ha salpicado al anterior ministro de Presupuesto y actual titular de la cartera de Trabajo en el Gobierno francés, Eric Woerth, de quien se sospecha que dio un trato de favor a la multimillonaria durante su mandato, aunque éste lo ha rechazado.