Alemania se mantendrá en estado de máxima alerta al menos hasta fin de año. | CHRISTIAN CHARISIUS

Las autoridades alemanas mantendrán por ahora la alerta activada tras conocerse la existencia de planes de atentado para este mismo mes, mientras investigan la procedencia de la enigmática bomba aparecida en un vuelo destinado a Múnich, que resultó ser un «cebo» para probar los sistemas de alarma.

Por lo pronto, lo único que se sabe a ciencia cierta es que la pieza de equipaje no contenía explosivos, «y que en ningún momento peligró la vida de los pasajeros», indicó ayer el ministro de Interior, Thomas de Maiziere, tras la alarma desatada por la presencia del mecanismo sospechoso en un vuelo de Air Berlin.

Los expertos de la Oficina de Investigación Criminal (BKA) desplazados al aeropuerto de Windhoek (Namibia), del que partía el vuelo destinado a Múnich con 296 pasajeros, constataron que se trataba de un cebo de fabricación estadounidense, como los que se usan sin previo aviso para verificar los sistemas de seguridad.

El cometido de la maleta y su contenido se conocen, pero no su destinatario o procedencia, por lo que por el momento hay muchas cuestiones abiertas, admitió el ministro.

Enigmas

De Maiziere explicó que se trata de averiguar quién compró esa maleta de fabricación especial en Estados Unidos y quién trató de introducirla en el avión con destino a Alemania.

El ministro reconoció que no descarta -«aunque lo considero altamente improbable», dijo- que el cebo hubiera sido depositado ahí por responsables de seguridad alemanes. «Por supuesto, también investigamos en esa dirección», dijo.

Mientras se trata de despejar los enigmas de la maleta, el ministro explicó que la alerta se mantendrá por tiempo indefinido, el más alto de los últimos tiempos en el país.