El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, rechazó ayer el plan palestino de buscar la bendición de la ONU para ser reconocido como Estado mientras intentaba evitar una crisis que afectaría la posición global de Washington y aislaría a Israel. Obama utilizó su discurso en la Asamblea General de la ONU para insistir en que el reconocimiento de Palestina debe llegar sólo mediante conversaciones directas con Israel, sin «atajos».

En su discurso anual, en el que repasó los drásticos cambios en favor de la democracia habidos este año en Oriente Medio, el presidente estadounidense destacó que «no hay atajos para llegar al final de un conflicto que se ha prolongado décadas», el israelo-palestino. La alocución de Obama se vio forzada en parte por las circunstancias. La decisión del presidente palestino, Mahmud Abás, de aprovechar su discurso ante la Asamblea General mañana para reclamar el reconocimiento de su Estado en el Consejo de Seguridad de la ONU, pese a la firme oposición de EEUU, se ha convertido en la gran protagonista del cónclave mundial.

Contradicción
Su decidido apoyo a los movimientos de liberación en el mundo árabe ha colocado al presidente estadounidense en una situación de aparente contradicción, dada su amenaza de vetar las pretensiones palestinas si el asunto llega al Consejo de Seguridad. Obama intentó explicar la lógica de su postura en su discurso al indicar que «la paz no vendrá de resoluciones y declaraciones en la ONU», sino de las negociaciones directas entre israelíes y palestinos.

«Al final, son los israelíes y los palestinos -no nosotros- los que deben llegar a un acuerdo en los asuntos que les dividen», agregó el presidente.

Por su parte, el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, propuso ayer un calendario con un plazo de un año para que palestinos e israelíes lleguen a un acuerdo de paz definitivo, y que incluye reanudar las negociaciones en un mes y conceder el estatuto de observador en la ONU a Palestina, como ocurre con El Vaticano.

La ministra española de Exteriores, Trinidad Jiménez, apoyó la propuesta del presidente francés. «Sarkozy ha hecho una propuesta razonable y constructiva que permite recoger las sensibilidades de distintos puntos de la UE», dijo la ministra española tras reunirse con su colega de Israel, Avigdor Lieberman, y con el titular de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Riad Al Malki.