El jefe del Gobierno italiano, Enrico Letta, superó ayer en el Parlamento el primer voto de investidura a su recién constituido Ejecutivo de coalición al recibir la confianza de la Cámara de los Diputados con una amplia mayoría de apoyos.

Por 453 votos a favor, 153 en contra y 17 abstenciones, el Gobierno, que integran el Partido Demócrata (PD) de centroizquierda, el conservador Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi y la centrista Elección Cívica de Mario Monti, superó el primer voto de confianza a su investidura, previo al mismo trámite al que se someterá hoy en el Senado.

En las declaraciones de los grupos parlamentarios previas a la votación, el Movimiento 5 Estrellas, del cómico Beppe Grillo, confirmó su decisión de votar en contra, mientras que la Liga Norte anunció su intención de abstenerse, toda vez que PDL, Elección Cívica y PD expresaron su sí.

Sin división interna

De los resultados se desprende que en el PD, al que pertenece Letta, no se ha roto la disciplina de partido como se temió durante los últimos días, debido a la división interna que existe en el seno de la formación y evidenciada durante la reelección del jefe del Estado, Giorgio Napolitano.

Letta comenzó ayer oficialmente la actividad parlamentaria de su Ejecutivo con un discurso de investidura en la Cámara Baja en el que, tras los agradecimientos, entre otros a quien fuera su jefe en el PD, el dimisionario Pier Luigi Bersani, abordó de lleno la cuestión europea como necesaria para la recuperación económica de Italia.

En este sentido, el nuevo primer ministro italiano anunció que, una vez que haya recibido el voto de confianza del Senado, emprenderá hoy mismo viaje a Berlín, Bruselas y París para promover medidas en la Unión Europea que impulsen el crecimiento económico sin comprometer el equilibrio presupuestario.

Letta, hasta hace unos días vicesecretario del PD, apostó por una mayor integración en la UE, con una unión bancaria y una mayor unión política, sin las cuales se hará «insostenible» esta crisis.

«Las premisas macroeconómicas son las del euro y el Banco Central Europeo. Solo con el saneamiento (de las cuentas públicas) Italia muere. Las políticas para el crecimiento no pueden esperar. No hay más tiempo. Muchas familias y ciudadanos están sumidos en la desesperación», agregó.