La Guardia Nacional Bolivariana dispara gas lacrimógeno en una protesta. | MIGUEL GUTIERREZ

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reiteró ayer su oferta de diálogo al líder de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), Henrique Capriles, al considerar que «el país ganaría», en medio de la crisis política. «Yo le sigo haciendo un llamado al gobernador de Miranda. Lo dije la otra vez. ¿Por qué no vienen los tres gobernadores de la oposición? Ya vino Henri Falcón (de Lara), ya vino Liborio Guarulla (de Amazonas). Que vengan los tres. Aquí estoy», pidió.

Maduro aseguró que «no se les va a quitar nada». «Más bien creo que el país ganaría si nos vemos las caras y conversamos. Con respeto, como siempre. Yo respeto, tú respetas, nos respetamos», añadió.

El jefe de Estado aclaró que, aunque el diálogo es necesario y se ha mostrado dispuesto a «escuchar alguna crítica o recomendación opositora», no espera convencer a nadie «de ser socialista», y no ve posible que le convenzan de ser «de derecha».

«Pero sí tenemos que convencernos de ser amantes de la Constitución y la paz de Venezuela, cada vez más. Y de pronto, quien quita, alguna crítica que me hagan ustedes a mí yo la escuche y una que yo les haga a ustedes sea escuchada», apuntó.

Movimiento estudiantil

En la misma línea, Maduro se mostró dispuesto a dialogar con el movimiento estudiantil. «Yo le sigo haciendo un llamado para que asistan en la modalidad que quieran asistir, en privado o público, pero conversemos», insistió.

Interrogado sobre la condición que han puesto los jóvenes opositores para hablar con el Gobierno, que consiste en la participación de la Iglesia católica como «testigo de buena fe», subrayó que aún es una propuesta por evaluar.

«Evidentemente han señalado una serie de condiciones que habría que evaluar», dijo, al tiempo que recordó que la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) «ha mostrado su disposición a facilitar el diálogo». «Sería importante que nos sentemos y evaluemos cuáles serían las condiciones de ese diálogo», señaló.