El dirigente de la izquierda abertzale Txelui Moreno afirmó ayer que este sector político «no tiene ninguna duda» de que estará presente en las elecciones municipales y forales del próximo año y que «también lo tiene claro el Estado».
En una entrevista a la emisora Info7, Moreno valoró la alianza con Eusko Alkartasuna presentada el domingo, al tiempo que se mostró totalmente convencido de que la antigua Batasuna concurrirá a las elecciones.
«No tenemos ninguna duda de que vamos a estar, eso seguro», afirmó el ex miembro de la Mesa Nacional de Batasuna, quien matizó que la cuestión reside en «cómo se hace eso».
«También tenemos claro cómo: el Estado debe pasar el test de democracia, superar ese test que no ha aprobado hasta ahora para que la izquierda tenga que estar y pueda estar en las elecciones», indicó.
Moreno se refirió al compromiso suscrito por la izquierda abertzale y EA para trabajar por un Estado vasco y opinó que España responderá a esta estrategia utilizando «la violencia más extrema» para que no salga adelante.
En su opinión, la iniciativa política con EA «rompe por dos la estrategia del Estado español», y «ante cualquier cuestión que ponga en duda la sacrosanta unidad de la patria, van a intentar seguir golpeando».
El dirigente abertzale señaló que la alianza con EA no es un acuerdo cerrado, sino que podrán adherirse a él todas las organizaciones que «tengan como objetivo la construcción del Estado vasco».
Reacciones
El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, advirtió ayer a Eusko Alkartasuna que Batasuna y ETA «contaminan cualquier lista a la que se acerquen por limpia que esté» y recalcó que pedirán la ilegalización de quien «acepte ser el representante» de la banda terrorista en las elecciones municipales.
Por su parte, la líder de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, acusó al presidente Zapatero; al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; al presidente del PSE, Jesús Eguiguren, y al secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, de esparcir «toneladas de cloroformo» para «marear a la sociedad» y que los ciudadanos no perciban que se está «tramando algo muy turbio» con ETA.