El consejero de Presidencia en funciones, Santiago Moreno, ayer durante su comparecencia ante los medios. | Ismael Herrero

El PSOE de Castilla-La Mancha decidió ayer suspender definitivamente las reuniones previstas con el Partido Popular para preparar y facilitar el traspaso de poderes, por lo que solamente volverá a reunirse con los 'populares' cuando la presidenta electa, María Dolores de Cospedal, haya nombrado a los consejeros de su Gobierno.

Así lo aseguró en rueda de prensa el consejero de Presidencia en funciones, Santiago Moreno, que anunció esta decisión tras de reunirse con los consejeros de la Junta en funciones después de que el PP generase «alarma social» asegurando que Castilla-La Mancha estaba en «quiebra total».

La suspensión de estas reuniones con el PP, aclaró Moreno, no implica que la Junta deje de trabajar para facilitar el traspaso de poderes y ha mandado un mensaje de tranquilidad al asegurar que la transferencia de Gobierno saliente a Gobierno entrante «está asegurada» en Castilla-La Mancha.

En este sentido, ha recalcado que la Junta lleva preparando la información y documentación desde dos días después de las elecciones, «mucho antes de que nos invitaran a mantener unas reuniones que no son preceptivas», apuntó.

Por tanto, el Gobierno regional, continuó Moreno, mantendrá, «como no puede ser de otra manera» todos los trabajos preparatorios del traspaso de poderes al nuevo Gobierno, proceso que culminará, insistió, cuando la Junta saliente ponga a disposición de los nuevos consejeros la información requerida.

Nóminas

Moreno dijo que el pago de las nóminas a los empleados públicos de la comunidad autónoma está asegurado en los próximos meses y que nunca ha estado ni estará en peligro, «si no hay una voluntad contraria».

Moreno dijo aseguró en su comparecencia que «este Gobierno ha cumplido siempre escrupulosamente con el deber de retribuir a los empleados públicos», que deben estar tranquilos, «porque tienen sus nóminas aseguradas este mes y los que restan».

Según explicó, las retribuciones de todos los empleados públicos suponen 275 millones de euros al mes, mientras que Castilla-La Mancha recibe mensualmente 350 millones de euros de transferencias por la participación en los ingresos del Estado.

«Por lo tanto las nóminas de los empleados públicos ni han estado, ni están y ni estarán nunca en peligro si no hay una voluntad contraria», reiteró el consejero de Presidencia.

Por su parte, los sindicatos UGT y CCOO, tras la polémica surgida entre PP y PSOE sobre la situación económica de Castilla-La Mancha, han pedido un traspaso de poderes «lo más limpio posible» y han rechazado los «alarmismos, exageraciones, crispaciones y extremismos» del PP. Además, los sindicatos han reconocido no saber en qué se sustentan las declaraciones de los 'populares' y se mostraron preocupados por los «efectos» que éstas puedan tener.