Pemex «se ve obligado a hacer público» que fue Repsol quien se le acercó para presentarle ofertas comerciales de participación en algunos de los proyectos tecnológicos de la petrolera española, por lo que niega cualquier deseo de «apropiación» de conocimientos e inscribe cualquier intercambio de los mismos en el marco de la «histórica y fructífera relación y cooperación» entre ambas empresas.

En una nota remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Pemex asegura que su relación comercial y su cooperación tecnológica con Repsol han sido «una constante desde siempre» y, para evitar acusaciones, rompe excepcionalmente la norma de mantener las informaciones «lealmente reservadas» y desvela que fue Repsol quien se le acercó para cooperar en tecnología.

Pemex niega en la nota cualquier deseo de «apropiación de tecnología» de la petrolera española. «La cooperación empresarial entre compañías petrolíferas es lugar común en la industria, resulta en su mutuo interés y beneficio y es, por tanto, natural y lógica entre dos compañías de larga historia compartida como Pemex y Repsol», dice.

Pemex considera que la deuda de cerca de 1.000 millones de dólares (735 millones de euros) que asumirá para financiar su escalada accionarial en Repsol YPF tendrá un coste reducido gracias a que quedará cubierta en buena parte con los dividendos procedentes de la propia participación en la petrolera.

En el documento 'Contexto del aumento de participación de Pemex en Repsol', la compañía mexicana explica que la compra de un 5% supondrá un desembolso de 1.165 millones de euros.