Aspecto de la Monumental de Barcelona durante la celebración del penúltimo festejo taurino donde forman el cartel los espadas Julián López "El Juli", José María Manzanares y José Antonio "Morante de la Puebla", para lidiar reses de Núñez del Cuvillo. | Efe

Ovaciones, olés y gritos de 'libertad' han protagonizado una última tarde histórica en la plaza de La Monumental, el último coso taurino que permanecía en activo en Cataluña y que a partir del próximo enero deberá cerrar tras la prohibición decretada por la mayoría del Parlament.

Una vez finalizada la tarde, parte de los cerca de 20.000 aficionados que abarrotaron la plaza se lanzaron al ruedo para llevarse de recuerdo la arena de La Monumental, y entre abrazos y alguna pancarta optimista que rezaba 'Continuará...', no han parado de fotografiar el momento.

José Tomás cortó dos orejas en su primer astado, el catalán Serafín Marín hizo lo propio con el último de todos, y junto con Juan Mora (poco afortunado), han salido a hombros llevados en volandas por sus seguidores, ataviados con banderas de Cataluña.

La complicidad entre el público y los espadas ha estado asegurada desde el primer momento, con ovaciones atronadoras y dedicaciones a la grada por parte de los matadores en cada faena, en una plaza en la que las mantillas cubrían parte de la barrera, el humo de los puros flotaba en el ambiente, las pancartas reclamaban la continuación de los festejos en favor de la libertad y la cultura, y banderas de Cataluña y España.

Sólo Tomas llena

Especialmente afectado se mostró el torero Marín, quien se retiró cabizbajo y apesadumbrado, cuando minutos antes había sido Tomás el que, con la plaza puesta en pie, se despidió haciendo reverencias en un coso que solo su presencia ha sido capaz de llenar en los últimos años, tiempo en el que la afición al toreo a ido en declive.

Incidentes

Los aficionados increparon insistentemente al equipo de informativos de TV3 trasladado a la plaza para cubrir el acto, tanto antes de la corrida, desde las 5.30 horas, hasta después de ella.

A las 21.30 horas seguía habiendo presencia policial en las inmediaciones del coso, aunque los aficionados y detractores ya se habían dispersado.

Pero a la salida de la corrida, mientras los toreros salían a hombros, un grupo de aficionados agredió al grupo de antitaurinos concentrado frente de la plaza.

Por otra parte, algunas autoridades mallorquinas se desplazaron al coso catalán para ver la última estocada de la Monumental. El alcalde de Palma, Mateo Isern, y la presidenta del Consell de Mallorca, María Salóm. También estuvo el pitor malloquín, autor del cartel de la última corrida, Miquel Barceló.