El alcalde de Biriatou, Michel Iriart (d), durante el acto organizado en la pequeña localidad fronteriza. | Efe

El vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, elogió ayer la figura de Jorge Semprún, de quien recordó que consideraba la Unión Europea «un proyecto basado en la razón democrática que protege nuestros valores».

En un acto organizado en la pequeña localidad fronteriza de Biriatou, en el País Vasco francés y desde donde se ve la vecina España, Almunia glosó en un discurso la personalidad del intelectual español, fallecido el pasado 7 de junio en París.

Almunia se refirió en sus palabras al que fue ministro de Cultura como «una voz clara en favor de la libertad y contra el fascismo» y rememoró los días en los que compartieron mesa de Consejo de Ministros del Gobierno español.

El también comisario europeo de Competencia apeló a los recuerdos personales sobre Semprún, quien poco antes de morir, a la pregunta de si se sentía español o francés, le dijo que aunque había escrito la mayor parte de sus libros en francés, se sentía en primer lugar ciudadano español. Un español que luchó «toda su vida para reconquistar la libertad en España», recordó Almunia.

El homenaje del político socialista formó parte del acto celebrado ayer, en el que amigos y familiares de Semprún le rindieron un sentido homenaje en el lugar en el que él mismo deseó haber sido enterrado.

En el acto cívico -al que asistió también la ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde- participaron numerosos amigos y familiares del escritor, en cuyo homenaje se descubrió una estela conmemorativa diseñada por el artista Eduardo Arroyo.

La localidad de Biriatou está íntimamente ligada al autor, pues recalaba habitualmente aquí para asomarse a España, en sus idas y venidas clandestinas durante la etapa de su exilio, como recordaron los organizadores del acto.

En este también tomó parte el actor Michel Piccoli, quien leyó un texto en el que Semprún hablaba de su deseo de encontrar reposo para siempre en Biriatou, aunque finalmente sus restos fueron sepultados cerca de París, junto a los de su segunda esposa, Colette Leloup.