La Comisión Nacional del Mercado de Valores ha suspendido cautelarmente la cotización de Bankia, por concurrir circunstancias que pudieran alterar la negociación del valor.


El consejo de administración de Bankia, presidido por José Ignacio Goirigolzarri, aprueba hoy el plan de viabilidad del grupo y la ayuda pública para llevarlo a cabo, que superará los 15.000 millones, según fuentes financieras.
Al cierre de la sesión precedente, sus títulos cerraron a 1,57 euros, después de perder el 7,43 %.
Asimismo, la CNMV ha suspendido la cotización de los valores de renta fija de Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia.

Hoy la entidad vive una jornada crucial para su futuro, con la aprobación del plan de viabilidad para los próximos años, que contempla la petición de una ayuda estatal superior a los 15.000 millones de euros.

La ayuda pública demandada por Bankia servirá para cumplir las nuevas exigencias de saneamiento impuestas por el Gobierno, para cubrir las necesidades de capital detectadas por la auditora Deloitte y para poder afrontar deterioros futuros de la cartera.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, anunció el miércoles la disposición del Gobierno a aportar toda la ayuda que fuese necesaria.

Solo en saneamiento de créditos para la promoción inmobiliaria, Bankia necesita 7.100 millones de euros, y unos 1.900 millones para crear un colchón de capital con el que cubrir mejor el riesgo del suelo y las promociones en curso.
Pero además, si Bankia quiere lograr que su auditor apruebe las cuentas del pasado ejercicio, deberá tapar un agujero por los créditos fiscales, próximo a 3.000 millones.

Por último, para cubrir «al máximo posible» otros riesgos de la cartera como hipotecas a particulares, créditos a pymes o préstamos refinanciados, Bankia sumaría una tercera partida millonaria.
Ésta, según las fuentes consultadas, será la que haga que la ayuda pública solicitada supere los 15.000 millones.
La reunión del consejo de administración de hoy también podría servir para empezar la remodelación de este órgano, ya que De Guindos advirtió ayer de que para recibir el apoyo público es necesario que Bankia y su matriz, BFA, profesionalicen su gestión.

Esto se traducirá en una reducción del tamaño de los dos consejos de administración y la renovación de sus miembros, entre ellos varios políticos, para que haya «profesionales de reconocido prestigio e independientes».
Para De Guindos, esta última condición es «imprescindible» para atraer futuros inversores y garantizar la viabilidad del grupo, que pasará a estar controlado totalmente por el Estado en cuanto termine la valoración que se está haciendo del mismo y Bruselas autorice la operación.