Agentes de la Ertzaintza tratan de contener a allegados de Jon Lizarribar (c).

La Guardia Civil detuvo ayer en las localidades guipuzcoanas de Urnieta y Andoain a dos presuntos miembros de ETA acusados de integrar en 2002 un comando que cometió cuatro atentados con bomba que no causaron víctimas mortales pero sí heridas a cuatro personas.

La operación policial se ha iniciado a las 03.00 de la madrugada, cuando agentes del Instituto Armado arrestaron en Urnieta a Jon Lizarribar Lasarte, de 36 años, y en Andoain a Rubén Gelbentzu González, de 34, dos presuntos miembros del 'comando Izarbeltz'.

El Ministerio del Interior atribuye a estos dos militantes cuatro atentados cometidos ese año: la colocación el 23 de mayo de un coche bomba en el campus de la Universidad de Navarra, que causó tres heridos leves; el atentado con coche bomba en un aparcamiento del Corte Inglés de Zaragoza, donde resultó herido leve un vigilante de seguridad, cometido el 21 de junio, y la colocación, el 29 de noviembre de 2002, de sendas bombas contra la empresa Ultracongelados Virto de Azagra (Navarra) y la compañía Uvesa de la localidad navarra de Arguedas.

Tras las detenciones, la Guardia Civil registró durante más de ocho horas los domicilios de los dos arrestados, a los que se acercaron simpatizantes de la izquierda abertzale para expresarles su apoyo, lo que en el caso de Urnieta generó momentos de tensión y forcejeos con los ertzainas que acudieron para apoyar a los guardias civiles y mantener el orden.

Según se desprende del estudio de «numerosa documentación» de ETA intervenida en Francia a varios dirigentes de la banda, el 'comando Izarbeltz' (Estrella negra), al que supuestamente pertenecían Lizarralde y Gelbentzu, dependía orgánicamente de una estructura superior de ETA denominada Basajaun, que dirigía y coordinaba, a través de etarras 'liberados' venidos de Francia, a 16 colaboradores divididos en cuatro taldes legales -no fichados- que actuaban en suelo español.