El dolor de garganta es uno de los síntomas. | Freepik

La Organización Mundial de la Salud (OMS) vigila una nueva subvariante de Ómicron, concretamente la EG.5, también conocida como 'Eris'. Una de sus principales características es que es más contagiosa, aunque, afortunadamente, no es más grave. Con la finalidad de tomar las medidas pertinentes para evitar la propagación de la enfermedad, como el uso de la mascarilla, es importante tener en cuenta los síntomas de la nueva variante de la COVID, más contagiosa.

El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, ha explicado que las señales más destacadas de que se está contagiado son tener dolor de garganta, secreción nasal y congestión nasal; así como estornudos, tos, dolor de cabeza y voz ronca; o también dolores musculares y un sentido del olfato alterado. Aunque no está entre los síntomas principales, los infectados también pueden tener dificultad para respirar y fiebre.

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Aunque esta nueva subvariante es más contagiosa, la buena noticia es que la OMS ha señalado que no hay evidencia científica de que la EG.5 esté produciendo un incremento de las hospitalizaciones. «El riesgo para la salud pública es bajo; aunque por lo que estamos viendo, ha mostrado una mayor prevalencia, una ventaja de crecimiento y también propiedades de escape inmunitario. Por lo que sabemos hasta este momento, 'Eris' no genera mayor gravedad de la enfermedad, por lo que no parece que el incremento de hospitalizaciones por EG.5 sea importante», ha expuesto.

Ya está en España

«España no se libra de la presencia de la EG.5, aunque de momento es mínima»; ha declarado March. Concretamente, ha subido un 150 % y llega a 75 casos por 100.000 habitantes. Hasta el momento, no se ha detectado en Baleares. Esta nueva subvariante afecta a todo el hemisferio norte. En este punto, ha precisado que se convirtió en la subvariante dominante en Estados Unidos y va aumentando progresivamente en el Reino Unido».

Un dato relevantes es que, como mínimo, ya está en 45 países, «con una tendencia creciente al ser, como todas las nuevas subvariantes, más contagiosa». De este modo, «parece que en los países en los que va aumentando de forma significativa el número de casos puede convertirse en dominante; e incluso, podría serlo a nivel mundial». Además, ha avanzado que a partir de los datos del virus en aguas residuales, «se calcula la existencia de decenas de miles de infectados e incluso posibles proyecciones a 2-3 semanas».