No son tan buenas como parece. | Pixabay

El consumo de bebidas sin calorías, sobre todo los refrescos, es una tendencia que lleva entre la población desde hace muchos años. Reducir el azúcar suele ser una de las premisas para comenzar a tomar refrescos de este tipo. Aún así, muchas veces están cargados de edulcorantes.

Una presentadora de CNBC, Ester Bloom, contó que tras 25 años dejó las bebidas ‘light’ y no notó ninguna diferencia, pero consultando a Michiko Tomioka, nutricionista y experta en longevidad, y a Uma Naidoo, psiquiatra nutricional de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard. Ambas conciden en afirmar que Bloom "le hizo un favor a su cuerpo y a su cerebro".

Naidoo alegó que cesar el consumo de estas bebidas están altamente edulcoradas nos permite que el sentido del gusto mejore, puesto que no se engaña al paladar con químicos. "Este engaño no es bueno para el organismo ni para la mente. La ansiedad también se ha asociado con los edulcorantes, los cuales pueden alterar el microbioma intestinal", comenta la experta, quien añade lo siguiente: "La salud intestinal está relacionada con la salud cerebral. Una vez alteramos el intestino, el cerebro también se ve afectado".

"Después de dejar los edulcorantes, bebes más café y más agua. El agua es la mejor bebida del mundo", afirma por su parte Tomioka, quien añade que el consumo frecuente de cualquier refresco se ha relacionado con el aumento de peso.

Además, el consumo de estas bebidas aumenta la resistencia de insulina, por lo que hay más probabilidades de padecer diabetes tipo 2. En cuanto al consumo de edulcorantes, podría provocar daños en el esmalte dental por el alto contenido en ácido fosfórico, además de aumentar el riesgo de padecer desmineralización y osteoporosis, según algunos estudios, tal y como indica el medio El Español.

Sobre este último beneficio, Bloom afirma que cree haber dejado estas bebidas la mantendrá alejada de enfermedades como la diabetes y que puede haber mejorado su cerebro y potencial cognitivo. Por otra parte, comenta que se ha demostrado a sí mismo la fuerza de voluntad que tiene al dejar de consumir este producto tras 25 años.