La cita de moda volvió a congregar a numerosos diseñadores, famosos, periodistas e «influencers» en un retorno a la normalidad que hizo olvidar la etapa de la pandemia, con desfiles llenos, sin mascarillas ni aforo reducido más allá de lo habitual, y celebraciones por doquier que se alargaron hasta la madrugada.
Uno de los protagonistas, según la prensa especializada, fue Peter Do, que se estrenó como director creativo de Helmut Lang, una marca emblemática de los 2000 pero que lleva años en segundo plano, y que cumplió las expectativas con una colección minimalista que recuperaba sus prendas más emblemáticas.
También destacó Ralph Lauren, abanderado del «made in USA», que llevaba cuatro años alejado de esta pasarela y convirtió una nave industrial en una cabaña de madera glamurosa a la que asistieron decenas de celebridades encabezadas por Jennifer López para ver su propuesta clásica y elegante.
Pero, por otro lado, una de las cosas que más llamó la atención fue la irrupción de un intruso en la mismísima pasarela enfundado en una bolsa de basura transparente y una gorra para la ducha. Lo más curioso de todo: nadie notó que no formaba parte del desfile. Todo se trató de una pueta en escena del youtuber Fed Beyer que logró desfilar varios metros hasta que un guardia de seguridad se dio cuenta de la situación y salió a detenerlo.
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