En la era digital actual, la contraseña 123456 ha sido hackeada más de 37 millones de veces, según un estudio de Nordpass. Este patrón se repite con variantes como "123456789" o "12345678". Es evidente la importancia de elegir contraseñas seguras en este contexto digital.

Predominan las series numéricas y nombres comunes

No son las combinaciones numéricas lo único que se repite, pues también son muy propensos ciertas palabras y nombres comunes. En los países del castellano una contraseña muy recurrente es «admin», y la más desprotegida con 276.638 incidentes. También son comunes nombres como "benjamin", "antonio" y "santiago" con 252.880, 236.742 y 112.310 apariciones respectivamente.

En el caso de la contraseña más utilizada, "123456", los expertos indican que los atacantes tardarían menos de un segundo en obtener la clave de acceso de una cuenta y acceder a la cuenta del usuario, poniendo así en peligro la información almacenada en ella.

Los consejos de los expertos para elegir una competencia segura

La clave para garantizar la seguridad de nuestra información personal puede residir en la elección de una contraseña fuerte. Según Tom Holloway, jefe de ciberseguridad de Redcentric, un proveedor de servicios informáticos, existen procedimientos para lograrlo:

  1. Usa un administrador de contraseñas, evitando así guardarlo en dispositivos que podrían ser vulnerables como el móvil o el navegador web. Por supuesto, debes evitar apuntar tus contraseñas en un trozo de papel.

  2. Prefiere contraseñas largas y complejas. Muchos gestores de contraseñas también ofrecen funciones para generar claves más seguras.

  3. Nunca uses la misma contraseña para varias cuentas.

  4. Implementa siempre la autenticación de dos factores, ya que añade una capa extra de seguridad.

  5. Evalúa periódicamente tus cuentas para asegurarte que no han sido comprometidas.

Siguiendo estas pautas, fortalecerás la seguridad de tus cuentas, disminuyendo el riesgo de ser parte de las estadísticas de contraseñas más vulneradas a nivel mundial. En última instancia, nuestra seguridad en el entorno digital está en manos de la responsabilidad con la que gestionemos nuestras contraseñas.