Espirulina en polvo. | Imagen de Anaïs CROUZET en Pixabay

Los alimentos con efectos positivos sobre nuestra salud son denominados superalimentos. La gran mayoría son de origen vegetal pero hay algunos que contienen extractos animales.

Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido en esta lista a la espirulina.

Esta cianobacteria con forma de espiral y color azulado destaca por la gran cantidad de proteínas que contiene y los ocho aminoácidos esenciales que aporta.

Además, tiene lípidos, carbohidratos, vitaminas, oligoelementos y minerales. Todo esto aporta energía al cuerpo para combatir el cansancio físico y mental. Su vitamina B6 mejora el sistema digestivo y su magnesio aporta sensación de bienestar mientras que el tritófano potencia la producción de serotonina.

Por otro lado, la presencia de hierro combate la anemia, cuida el corazón y regula la tensión ayudando a incrementar el colesterol bueno.

Paralelamente, es un fuerte antioxidante con propiedades antiinflamatorias que ayuda al sistema inmunológico mientras genera sensación de saciedad.

La espirulina se puede adquirir en diferentes formatos siendo las cápsulas o comprimidos una buena opción para una ingesta más sencilla.